Planifícate con tiempo (II)

Si hay algunos temas organizativos de la boda que deberíais tener solucionados o muy bien encaminados entre seis y ocho meses antes del gran día, pensad que a medio año de la boda la cosa ya va en serio. ¡Aseguraos de que lo teneis todo!

Entre cuatro y cinco meses antes

Este periodo es bueno para que los que decidáis casaros por la iglesia asistáis al cursillo prematrimonial. Normalmente os ocupará tres o cuatro días de un mes. Buen momento, éste, para cumplir con la necesaria burocracia que implica casarse: partidas de nacimientos y demás historias. Aprovechad, también, para escoger vuestras alianzas. Es importante hacerlo con tiempo suficiente por si hay que hacer los anillos a medida. Pensad en ir terminando vuestras invitaciones —tanto si las hacéis vosotros como si las encargáis— y, si os vais de viaje, ¡renovad los pasaportes!

Tres meses antes

Lo óptimo es que el novio tenga su traje visto para sentencia y la novia acuda a su primera prueba de vestido. Es en esta época cuando hay que empezar a mandar las invitaciones (y comenzar a haceros pesados para que la gente os vaya confirmando su asistencia). Pensando en vuestros invitados, también es conveniente tener atados los transportes el día de la boda: taxis, mini-buses, etcétera. 

A dos meses vista

Podeis comprar los regalitos para vuestros invitados, escribir vuestros votos (si procede) y, en ambos casos, poneros en manos de un buen estilista para decidir el peinado que luciréis en la boda. También es un buen momento para hacer una prueba de maquillaje. 

Un mes antes

Hora de la penúltima (o última, según el caso) prueba de vestido para la novia, repaso de última hora con cada proveedor y último aviso a los invitados para que confirmen. Sé que me dejo cosas, pero creo que en estos dos posts está lo básico, lo esencial para que las últimas dos semanas antes de la boda sean un pelín menos estresantes. 

¡Que seáis muy felices!