¡Pídeselo en París!
La pedida de mano suele ser uno de los momentos más emotivos y románticos de la vida de una pareja. Si no se te ocurre cómo hacerlo toma nota de esta pedida real en París.
Cuando nos empieza a picar el gusanillo de casarnos, los hombres nos empezamos a romper los cascos pensando en una manera bonita, romántica y original de pedirle a nuestra pareja que se case con nosotros. Vaya por delante que esto que os relato hoy aquí es una historia real. Tan real que fue la manera en que un buen amigo mío le pidió matrimonio a una buena amiga.
A Andrea, desde siempre, le encantaba París. Y Joan lo sabía. Así que un buen día la cogió y le dijo que al día siguiente se iban de viaje. “Imposible, mañana trabajo”, le dijo ella. “Ya lo he arreglado todo”, contestó él. En efecto, mi amigo había hablado con la jefa de su novia, le había contado sus intenciones y ésta, casi embriagada ante tanto romanticismo, dio su OK al viaje.
Así que, ni cortos ni perezosos, mis dos amigos cogieron un vuelo rumbo a la capital del amor. Tras pasar todo el día paseando por los Campos Elíseos, Montmartre, el barrio latino, ver la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, etcétera, llegó la hora de cenar. Joan lo tenía todo atado.
El siguiente paso fue subir a la Torre Eiffel para cenar en el restaurante Le Jules Verne, a 125 metros de altura y con vistas espectaculares a todo París. Tras degustar un menú exquisito, apareció un pastel con la siguiente leyenda escrita en chocolate: “¿Te quieres casar conmigo?”. Antes de que tuviera tiempo para contestar, Joan sacó una cajita y, en el interior, estaba el famoso anillo Oui de Dior.
Y ella dijo sí, quiero. ¿Cabía otra respuesta?