Padrinos de boda y protocolo
¿Tienes claro quién quieres que sea tu padrino de boda? A continuación te explicamos las diferentes opciones a tu alcance, así como un listado con las funciones que deberá desempeñar el elegido en ese día tan importante.
Ser padrino de boda es un gran honor, y algo que suele ocurrir muy pocas veces en la vida. El hecho de que tu hija, un gran amigo tuyo o un familiar cercano te haya pedido que seas su padrino significa que te tiene un gran aprecio. Seguramente tenéis una relación muy estrecha, habéis vivido un montón de experiencias juntos y ahora ha llegado el momento de estar a su lado y, como dicen las canciones románticas para bodas, acompañarlos en ese paso tan importante hacia una nueva vida. Por eso no hay que tomarse el encargo a la ligera.
Si eres el padre de la novia, recuerda además que tu papel es muy significativo: seguramente aparecerá tu nombre en las invitaciones de boda y de tu brazo caminará hacia el altar, acompasando el ritmo al tuyo y avanzando al mismo paso que tú sobre sus zapatos de novia. ¿También quieres colaborar en la organización del enlace? Qué te parece aportar algunas ideas originales para bodas?
Antes de la boda
Si el padrino es alguien joven y del entorno del novio, una de las cosas que se espera de él es que organice su despedida de soltero. Si es tu caso, prepara una lista con los nombres de sus amigos. No te olvides de ningún ámbito: familia, trabajo, deportes, ex compañeros de estudios… Piensa en el tipo de despedida que le gustaría tener y organízale una fiesta que no pueda olvidar. Recuerda que la fiesta debe ser de su agrado, no del tuyo. Otra función del padrino –sobre todo si se trata de un familiar cercano o del mejor amigo del novio– puede ser acompañarlo a probarse trajes de novio, orientándole sobre el que le queda mejor.
El día de la boda
Prepárate para un día movidito. Una boda es una vorágine de actividades muy estresante, así que tendrás que echar una mano para que los novios no se pongan nerviosos. Actúa como un maestro de ceremonias, controlando que todo esté preparado, desde los detalles de boda con los que obsequiar a los invitados hasta la música para bodas civiles. Asegúrate de que los novios tienen todo lo que necesitan. Comprueba que las alianzas estén preparadas y en perfectas condiciones, al igual que las arras (si las hubiera).
Cuando todo esté listo, habrá llegado la hora de acompañar a la novia al lugar de la ceremonia. Uno de los momentos más esperados del día es el camino de la novia hacia el altar, lo que hará cogida del brazo derecho de su padre o padrino. Una vez allí lo habitual es que se despida de ella con un beso y –aunque el protocolo es bastante permisivo hoy en día y son los novios los que deciden qué quieren hacer en su boda– se sitúe a la izquierda del novio, mientras que la madrina lo hará a la izquierda de la novia. No obstante, también es muy común que ambas figuras se sienten en un banco de la primera fila, junto con el resto de invitados.
Tras la ceremonia, y si bien el protocolo establece que los novios deben ser los primeros en salir (ella a la derecha de él) seguidos, en primer lugar, de los pajes y damas de honor, del padrino y la madrina a continuación y, por último, del resto de invitados, lo cierto es que en los enlaces religiosos los novios suelen ser los últimos en abandonar la iglesia, mientras que los familiares y amigos les esperan fuera para tirarles arroz, pétalos de flores o confeti.
Durante el banquete
Muy común en otros países, la tradición de que el padrino proponga un brindis y dedique unas bonitas palabras a los novios durante el banquete se ha ido extendiendo con el tiempo en nuestro país. Es otro de los momentos más emotivos del día, y la novia lo recordará durante toda su vida. Tras el primer baile como marido y mujer al son de alguna de las innumerables canciones románticas para bodas, el padrino bailará con la novia el segundo tema previsto.
¿Lo tienes un poco más claro? Recuerda que cada religión y cada zona tiene sus propias costumbres respecto al protocolo del padrino, así que procurad averiguar si existe alguna costumbre que debáis respetar. En Cataluña, por ejemplo, los padrinos son los encargados de regalar los ramos de novia mientras recitan un poema compuesto por ellos mismos.