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Bodas

Mitos y realidades: la verdad sobre la noche de bodas

Todas tenemos una idea clara sobre cómo debe ser nuestra noche de bodas ideal: romanticismo, pasión y magia hasta el alba. Pero ¿es siempre así? Te contamos toda la verdad sobre la noche de bodas que vivirás.

Tras vivir el día más importante de vuestra vida, llegaréis al hotel. Tú te quitarás el vestido de novia, te desprenderás de los impresionantes zapatos de novia que te han acompañado durante todo el día y él se sentirá relajado sin su traje de novio. ¿Qué sucederá a continuación?

La tradición, el cine y los convencionalismos nos dicen que en la noche de bodas la pareja debe hacer el amor apasionadamente, en gran parte, porque antiguamente se llegaba virgen al matrimonio y la primera vez debía ser inolvidable.

Sin embargo, la realidad actual es muy diferente: según un estudio publicado recientemente por la marca de papelería nupcial Papel Shaker, el 25% de las parejas no tienen sexo la noche de bodas, y el resto no sabemos en qué condiciones. Por eso, no os preocupéis si al llegar al hotel no todo sale como esperabais, los mitos de la noche de bodas pocas veces concuerdan con lo que realmente pasa en la cama de los novios. Veamos algunas de las situaciones que pueden suceder cuando los nervios, el cansancio y otros contratiempos pasan factura.

El cansancio acaba con vosotros

Has madrugado para ir con tiempo, has querido dar lo mejor de ti durante todo el día, has pasado nervios, llorado, reído y bailado como si no hubiera mañana. Es normal que todo ello merme tu energía y que al llegar al hotel no podáis hacer más que meteros en la cama y caer rendidos. No pasa nada ¡piensa en todas las noches románticas que os esperan en la luna de miel y el resto de vuestra vida juntos!

Las copas surten efecto

Todo el día sin poder casi comer por los nervios sumado a los múltiples brindis y copas durante el baile, no son una buena combinación para tener sexo postboda. Cuando pase la emoción de la celebración, es muy posible que os deis cuenta de todo lo que habéis bebido y solo tengáis ganas de echaros en la cama y dormir. Otra posible situación es que lo hagáis, pero ni siquiera lo recordéis. ¡Un brindis por todas los momentos de pasión que podréis compartir!

Repaso del día

Es muy posible que tras la boda, la emoción acumulada aún os embargue y al quedaros a solas, no queráis más que hacer un repaso de todo lo que habéis vivido ese gran día. El sexo puede quedar relegado a un segundo plano y no por ello os debéis sentir culpables, las emociones no entienden de convencionalismos ni tradiciones.

La emoción de los regalos

A lo largo de la boda, os habrán ido haciendo entrega de los regalos, pero el tiempo ajustado no os habrá dejado apenas echarle un vistazo. Puede que la curiosidad os haga repasar paquetes, sobres y regalos y se os haga demasiado tarde para acabar tan acaramelados como esperabais.

Inconvenientes

Aunque no suele ser lo común, un día tan lleno de nervios y emoción puede acabar de cualquier manera, desde una caída tonta hasta una pequeña riña familiar que alargue la noche más de lo previsto. Lo importante es hacer un balance del día en general y no dejar que un pequeño inconveniente, empañe vuestro día, aunque eso implique que la magia de la noche de bodas se posponga para otro día.

Estas son sólo algunas de las situaciones que pueden darse aunque sólo vosotros sabréis lo que realmente pasa entre las cuatro paredes de vuestra habitación. Y vosotras ¿creéis que la encuesta tiene razón?