Melissa y Carlos, una boda de cuento de hadas

Melissa y Carlos son una pareja muy especial. Ella es mexicana y él de Madrid, y aunque su residencia está en México, decidieron celebrar su boda en el impresionante Castillo de Belmonte, Cuenca.

Si la pareja tenía algo claro es que no querían una boda convencional ni en la que los elementos españoles o mexicanos se mezclaran y tuvieran todo el peso, haciéndola previsible y tal vez un poco desconcertante. Por eso decidieron contratar los servicios de LalaBlu para que les ayudaran a diseñar y coordinar un día tan importante.

El color predominante en la decoración de la boda fue sin duda el azul que estuvo presente en el altar de la ceremonia, el ramo de la novia y los arreglos florales de los que se encargó Bukka Flores.

Acompañados por la música en directo de Grupo Swan, los invitados y el novio entraron en la ceremonia que ofició un amigo personal de los novios. Carlos, muy elegante, llevaba un traje de Hugo Boss. Por fin llegó la novia del brazo de su padre. Melissa llevaba un romántico diseño de Raimon Bundó cerrado al cuello, con encaje y pedrería en la cintura.

Tras la emotiva ceremonia llena de momentos especiales, los invitados se trasladaron a la zona del aperitivo y el banquete, del que se encargó Catering Villareal. Durante el aperitivo, los invitados pudieron consultar el seating plan que estaba formado por ilustraciones que los novios habían utilizado en sus invitaciones y rodeado de preciosas plantas en una mesa que se integraba a la perfección con el entorno del castillo.

No podía faltar una mesa de firmas decorada con una máquina de escribir antigua. Todo lucía romántico y perfecto como en un cuento de hadas gracias a la iluminación con velas en la que los novios insistieron mucho. Su sueño se hizo realidad.

Como detalle para los invitados, entregaron unas pulseras solidarias de una ONG que trabaja para el desarrollo de proyectos de agua en África y para los niños, unas cajas llenas de sorpresas.

Para su romántico primer baile, los novios eligieron "Love me tender" de Norah Jones y tras eso llegó uno de los guiños que se le hicieron a México en la boda, los mariachis de Fiesta Ranchera entraron sorprendiendo a todos en el baile con “Son de la Negra” y además en la barra libre no faltó el tequila, la sal y el limón. Carlos y Melissa trajeron desde México sombreros charros y máscaras de luchadores que se repartieron entre amigos y familiares para completar la fiesta que estamos seguros de que fue larga y memorable para todos los asistentes.

*Fotos: Nuria de LalaBlu.