Luna de miel romántica: Viena, Budapest y Praga
Una luna de miel irrepetible para parejas soñadoras. Un recorrido visitando tres de las capitales más románticas de Europa: Viena, Budapest y Praga.
Seguramente ya habéis encontrado las mejores ideas originales para bodas para vuestros invitados y también esos detalles de boda preparados con tanta ilusión. Si has buscado tu vestido de novia, y el resto de preparativos están avanzados, quizá es el momento de pensar en la luna de miel.
Si os casáis en invierno, nada mejor que organizar una luna de miel super romántica, un tour por distintas capitales: ¿Qué os parece Viena, Budapest y Praga?
La Viena romántica os espera
¿Qué hacer nada más llegar? Alquilar un par de bicis y perderse por la orilla del Danubio hasta llegar a Stadt park, uno de los parques más bonitos de Viena. Imprescindible visitar el monumento dorado al músico Johan-Strauss.
Recorrer la Ringstrasse
Una bonita avenida circular que rodea el centro histórico. Además de descubrir la Ringstrasse a pie, podéis subir a un tranvía y disfrutar de sus parques y edificios, como la Ópera, el Parlamento, el Museo de Bellas Artes o el Palacio del Hofburg.
Subir a la catedral
La catedral de San Esteban está situada en la céntrica plaza del mismo nombre. Tiene unas vistas increíbles sobre Viena.
Visitar el Hofburg
Es el palacio imperial más grande y antiguo de Viena. Imprescindible que asistáis al espectáculo de la Escuela Española de Equitación con sus caballos lipizzanos, que tiene lugar en el entorno barroco de este gran palacio. Impresionante.
Ir al Belvedere a contemplar "El Beso"
El palacio de Belvedere de estilo barroco destaca por sus jardines de tres niveles decorados con grandes fuentes. El Alto Belvedere alberga la conocida pintura "El Beso", de Gustav Klimt.
Descubrir el palacio de Schönbrunn
Fue la residencia de verano de los Habsburgo. Se encuentra a unos 8 kilómetros del centro de Viena. Descubrid sus jardines y dependencias.
Divertirse en el Prater
El Wiener Prater es el parque de atracciones más antiguo del mundo. Imprescindible subir a su noria gigante y contemplar las vistas.
Una tarde en la ópera
Si tenéis tiempo, no dejéis de ver alguna de las funciones de la Ópera de Viena.
Visitar algún café
Super romántico pasar un rato en algún café vienés. Acercaros a alguno de ellos, como el Café Central en la calle Herrengase. No os arrepentiréis.
Probar la tarta Sacher
A partir de las cuatro de la tarde parada obligatoria en el Hotel Sacher para degustar la auténtica tarta de chocolate del mismo nombre.
La imperial Budapest
De Viena a Budapest. Tomad nota de los imprescindibles de la capital húngara. Budapest no os dejará indiferentes. La capital de Hungría es una de las grandes joyas de Europa.
El maravilloso Parlamento
Un imponente edificio que domina el front row de Budapest. En las oficinas de turismo podréis comprar entradas para evitar colas.
Pasear por Váci Utca y Andrássy
Son las calles principales de Budapest, repletas de buen ambiente y edificios preciosos.
Acercarse al castillo de Buda
Desde ahí contemplaréis una de las mejores vistas sobre la ciudad. Conocido como Palacio Real, fue la residencia oficial de la monarquía húngara. ¿Cómo llegar? Con el funicular Budayári Sikló.
Acercarse al Bastión de los Pescadores
Es un mirador situado en la colina de Buda. Desde él se puede contemplar Pest y el Danubio. Está formado por siete torres: las siete tribus que fundaron Hungría.
Probar la gastronomía húngara en el mercado central
Es un lugar fascinante. Podréis degustar los platos típicos de Hungría a buen precio.
Visitar la Basílica de San Esteban
La más alta del país, con 96 metros. Subid a las torres para tener Budapest a vuestros pies.
Relajarse en las piscinas Szécheny
Budapest está repleto de preciosos centros termales. Acercaos al balneario de Gellért y a las piscinas Szécheny. ¡Toca relajarse!
Callejear por el barrio judío
Es escantador. Visitad la Sinagoga de Budapest, la más grande de Europa, y tomad una cerveza en algún ruin pubs –bares ruina–. Los bares ruina son locales abandonados que alquila el ayuntamiento para que los jóvenes los transformen en bares de copas.
De Budapest a Praga
Praga es la última parada de vuestra luna de miel. Tomad nota de los imprescindibles.
Descubrir Malá Strana
Situada a orillas del río Moldava, Praga es la capital de la República Checa. Podríamos decir que esta ciudad se encuentra en el corazón de Europa. Malá Stana es un pequeño barrio repleto de sus iglesias, plazuelas y palacios. No os perdáis el monasterio de Strahov, el palacio de Lichtenstein, la iglesia de San Nicolás y atravesar el Puente de Carlos. Es precioso.
Pasear por Staré Město
Esta zona del centro histórico es de postal con sus callejuelas estrechas, su aire medieval, las tiendas de marionetas, los edificios históricos, que se puede recorrer con la luz del atardecer. Si tenéis tiempo visitad la Isla de Kampa. Junto al río Moldava, todavía conserva el antiguo molino del Gran Prior y es un lugar perfecto para relajarse.
Perderse en el castillo de Praga
En su grandioso recinto podréis ver la Catedral de San Vito, el pequeño Callejón del Oro, el antiguo Palacio Real o la Torre de la Pólvora.
Escuchar el reloj del Ayuntamiento
Alrededor del ayuntamiento, se reparten los edificios más antiguos de la ciudad y la iglesia de Týn, de estilo gótico. ¿Más cosas? En el ayuntamiento viejo se encuentra el reloj astronómico –id a las horas en punto, y veréis salir a los apóstoles o a la muerte–. Subid a la torre del antiguo ayuntamiento desde la que hay una de las mejores vistas del centro histórico de Praga.
En el número 5 de la calle U Radnice, al lado de la plaza, veréis una placa que recuerda el lugar de nacimiento del escritor Frank Kafka.
Perderse por el barrio judío de Praga o Josefov
En este barrio existen 6 sinagogas de las que tenéis que visitar al menos dos: la sinagoga vieja-nueva, una de las más antiguas de Europa y la sinagoga española, de estilo morisco.
Después acercaros a tomar una cerveza artesanal en U Kunstatu acompañada de un típico codillo.
Pasear a orillas del Moldava
No os marchéis de Praga sin dar un largo paseo por la orilla del río Moldava. Y para pasar una noche única reservad un mini crucero en barco con cena incluida.
Tras este viaje de luna de miel, podéis estar seguros de que seréis la pareja más feliz del mundo. ¿Qué os parece? Seguro que te entusiasmarás del mismo modo que lo hiciste al elegir las invitaciones de boda o al buscar esos maravillosos zapatos de novia para el día más feliz de tu vida.