Luna de miel en los Fiordos Noruegos
Recorrer los fiordos en un crucero, contemplar los impresionantes acantilados y cascadas, pasear por glaciares, ver el sol de medianoche… En Noruega os esperan la naturaleza virgen y todos los secretos del pueblo vikingo. ¿Os atrevéis a descubrirlo?
Seguramente imaginas que encontrar tu vestido de novia va a ser lo más difícil de tu boda, pero quizá estés equivocada. Has de tener en cuenta otras muchas cosas, como las invitaciones de boda o esas melodías que escogerás entre las canciones para bodas. Otro tema importante es pensar en vuestra luna de miel. Si no os gustan los viajes largos, descubrir los fiordos noruegos no os va a decepcionar. Es un destino repleto de magia y romanticismo.
Los fiordos noruegos son conocidos por su naturaleza virgen, sus glaciares, sus bosques mágicos o sus escarpadas montañas. Aunque puede parecer una naturaleza poco accesible también podréis disfrutarla con actividades, como el senderismo, paseos por glaciares, contemplando el sol de medianoche o las auroras boreales. Toma nota de algunas de las maravillas que podréis descubrir en el reino de los vikingos.
1. Perderse en el fiordo Geiranger
Uno de los más bellos de Noruega. Situado a unos 100 kilómetros de Alesund, este brazo de mar está rodeado de montañas, grandes acantilados, bellísimas cascadas, como las Siete hermanas, el Pretendiente o el Velo de la novia y salpicado de pequeñas granjas en sus laderas. Aquí podréis practicar senderismo en un entorno impresionante o experimentar los fiordos desde otra perspectiva en kayak, practicando rafting o disfrutando de paseos en bicicleta.
2. Recorrer la carretera de los trolls
Para contemplar el fiordo Geiranger en toda su plenitud no os podéis perder Trollstigen, "la carretera de los trolls", con una pronunciadísima pendiente del 9 por ciento y 11 curvas cerradas. Rodeada de montañas, Ørnevegen ("la carretera del Águila") es el nombre del tramo más empinado. Desde Ørnesvingen se puede contemplar la cascada las Siete Hermanas, la granja alpina Knivsflå y el fiordo de mayor renombre en el mundo, Geirangerfjorden, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
3. ¡Descubrir el reino de Frozen!
Imprescindible acercarse al Nordfjord y al glaciar azul de Jostedal. En el Nordafjord descubriréis el lago más profundo de Europa, el Hornindalsvatnet, con unas impresionantes montañas que bordean el lago, y cascadas que caen como velos blancos formando nubes de vapor de agua. También os podréis acercar a Jostedalsbreen, el glaciar prehistórico más grande de Europa continental, que cubre 487 kilómetros cuadrados con hielo de hasta 600 metros de espesor.
Este glaciar, que solo se puede visitar desde el mes de mayo hasta el de septiembre, os permite descubrir "el reino de Frozen", en kayak, caminatas o escalada para admirar de cerca ese tono azul tan precioso del hielo.
4. Sorprenderse con el fiordo de los sueños y el valle de Voss
Las regiones montañosas, que rodean la parte más interior del fiordo Sognefjorden, son muy populares en Noruega para practicar el trekking. Las zonas de montaña más conocidas son el Parque Nacional Jotunheimen, el Parque Nacional Jostedalsbreen, Breheimen y los valles de Aurlandsdalen y Utladalen.
Además de trekking, se pueden practicar otras actividades, como el montañismo, la escalada, el esquí de verano... Y por supuesto podéis recorrer el fiordo en crucero o hacer un precioso recorrido en el Flamsbana, uno de los trenes turísticos más famosos que os permitirá ir hasta la cumbre de las montañas con unas maravillosas vistas del fiordo Aurland.
5. Acercarse a Stavanger y al Preikestolen
En la región de Stavanger hay varios fiordos que merece la pena visitar. Uno de los más famosos de la zona es el Lysefjord, un fiordo de 42 kilómetros de largo con paredes rocosas que se precipitan hacia el agua, casi totalmente en vertical, a más de 1.000 metros de altura.
Seguramente os olvidaréis de las agujetas cuando alcancéis la cima del Preikestolen (el Púlpito), una formación rocosa cuadrada que se parece a un púlpito, y que se eleva 604 metros sobre el Lysefjord. La excursión a pie dura unas dos horas y, cuando descubráis las vistas panorámicas que se ven, os quedaréis impresionados.
¿Qué más se puede pedir? Os espera un viaje maravilloso lleno de sorpresas. Y, si todavía no has elegido tu ramo de novia, piensa en todas esas flores silvestres que te encantan y no te olvides de esos vestidos de fiesta, que podrás lucir en esas cenas románticas de tu luna de miel.