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Bodas

5 razones para viajar a Puerto Rico en vuestra luna de miel

Perderse por las misteriosas callejuelas del viejo San Juan, navegar hasta la lengua de arena que pisó Jack Sparrow en Piratas del Caribe o pasear por Playa Flamenco, una de las más bellas del mundo. ¡Descubrid Puerto Rico en vuestro viaje de novios!

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Aparcad por un momento las gestiones con vuestros proveedores, el envío de las invitaciones de boda, las citas en la peluquería para elegir el peinado de boda que mejor armonice con tu rostro y la elección de las distintas ideas originales para bodas. Es hora de pensar unos minutos en vuestra luna de miel. Si aún no tenéis claro el destino al que os gustaría viajar, no os olvidéis de Puerto Rico, un país sorprendente que no os dejará indiferentes. ¡Empezamos!

1. Sentir la magia del viejo San Juan

Muchos creen que la fortaleza que rodea al viejo San Juan es uno de los vértices del Triángulo de las Bermudas. La puerta de entrada a la ciudad, con su máxima "Bendito el que viene en nombre del Señor", os llevará directos a la catedral. No dejéis de pasear por el Morro, la Fortaleza y su colorido casco antiguo. Las calles del viejo San Juan, adoquinadas en un bello tono azulado, y las fachadas pintadas con llamativos colores os sorprenderán, como también lo harán la calle del Cristo, la del Sol Fortaleza –con sus tiendecitas de artesanía– o la Caleta de las Monjas.

2. Perderse en el paraíso: isla Culebra

Aquí se encuentra una de las playas más solitarias de Puerto Rico: Playa Flamenco. Os sentiréis en el paraíso cuando os bañéis en una de las playas más bellas del mundo, con su suave arena blanca, sus aguas turquesas y sus palmerales de un verde intenso. ¿Un secreto? Alojaos en el camping junto a la playa. Su hermana pequeña, otra isla llamada Culebrita, salvaje y deshabitada, también es espectacular.

3. Disfrutar de la naturaleza salvaje

Puerto Rico está lleno de contrastes: desde resorts lujosos que esconden villas sobre acantilados hasta islas vírgenes, como Palomino y Palominito. Si os gusta el contacto con la naturaleza, no dejéis de acercaros al Palomino en catamarán. Disfrutaréis de sus aguas turquesas y sus arrecifes de coral, mientras practicáis deportes náuticos. No lejos de ahí podréis hacer otra excursión en kayak entre manglares que os llevará hasta la bahía luminiscente de Fajardo, una de las cinco que hay en el mundo.

Si sois aventureros, desde la isla Palomino podéis viajar en kayak hasta Palominito, una travesía de apenas quince minutos para ver de cerca esa lengua de arena blanca que también pisó Jack Sparrow (Johnny Deep) en la película Piratas del Caribe. Imprescindible también visitar las islas de Vieques.

4. Pasear por el Parque Natural del Yunque

Es un bosque pluvial en forma de media luna, que alberga una gran variedad botánica. Pero, sin duda, su mayor valor es la magia y la belleza serena que inunda a todos los que lo atraviesan.

5. Descubrir la exótica cultura del ron

Junto al café, el ron es otro de los tesoros de Puerto Rico. Es la bebida tradicional de los marineros y de los piratas y una larga tradición ha convertido la isla en una de las cunas del ron. En todos sus rincones podréis probar cualquier tipo de ron: con sabor a mango, a menta o hierbabuena o los añejos color miel de alta graduación.

Puerto Rico es único en el mundo. Y aunque ahora estéis pensando en el número de detalles de boda que deberéis encargar o elaborando una playlist con las canciones para bodas que consideráis básicas para el gran día, no debéis perder de vista los preparativos de la luna de miel. ¡También llevan su tiempo!

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