Luna de miel en Praga: la ciudad de las 100 torres
¿Habéis planeado un viaje de novios por toda Europa en el que queréis hacer una parada en Praga? Romántica y llena de encanto, es una de las veinte ciudades más visitadas del mundo por su gran belleza. ¡Seguro que os enamoráis de nuevo!
Hay tantos estilos de boda como de parejas. Quizá por ello te has decantado por un vestido de novia de clara esencia boho, habéis elegido unos detalles de boda de lo más prácticos y estáis pensando en sencillas ideas originales para bodas. ¿Es vuestro caso? ¿Os decantáis más por una luna de miel lejos de casa en la que descansar o sois más de descubrir numerosos destinos desconocidos a pocas horas de avión? Si este último es vuestro caso, no lo dudéis más y anotad Praga como uno de los opciones imprescindibles de vuestro viaje de novios. La Ciudad Dorada es una excelente alternativa en cualquier época del año. ¿Os apetece conocer las innumerables posibilidades de este romántico enclave?
Descubriendo Praga
Situada a orillas del río Moldava, Praga es la capital de la República Checa. Se encuentra en el mismísimo corazón de Europa, a algo menos de 500 km del mar del Norte, del mar Báltico y del mar Adriático. Sin duda, un destino perfecto para parejas que no quieren recorrer grandes distancias y que buscan una luna de miel corta y romántica.
Pasear por Staré Město
Staré Město, la parte antigua de la ciudad, es de postal. En este barrio encontraréis varias torres medievales entre las que destaca la Torre de la Pólvora, del siglo XV. Perdeos por sus callejuelas y plazas medievales al atardecer. Romanticismo en estado puro.
El reloj astronómico
La plaza de la ciudad vieja es una de las joyas de Praga, y el reloj astronómico del antiguo ayuntamiento, su gran atracción. Acordaos de que cada hora podéis ver desfilar las figuras de los doce apóstoles, acompañados por cuatro figuras: el Turco, la Avaricia, la Vanidad y la Muerte. Desde la torre del antiguo ayuntamiento hay una de las mejores vistas de la ciudad. ¿Más cosas? Visitad la iglesia de Týn, con sus torres gemelas que se elevan por encima de los tejados de Praga.
El castillo y el monte Petrín
En el grandioso recinto del castillo podréis ver la catedral de San Vito, el pequeño Callejón del Oro o el antiguo Palacio Real. Monte Petrín es otro de los lugares que, sí o sí, es necesario visitar en Praga. Se alza 138 metros sobre el río Moldava y en él se encuentra la Torre de Petrín, el mirador más alto de la ciudad. ¿Cómo llegar hasta allí? Desde el barrio de Mala Strana se puede subir en funicular. Es un trayecto sorprendente. ¡No os lo perdáis!
Descubrir Malá Strana
Malá Strana es el barrio bohemio por excelencia de Praga y uno de los más antiguos. Está repleto de iglesias, plazuelas y palacios. No os perdáis el monasterio de Strahov, el palacio de Lichtenstein, la iglesia de San Nicolás ni el puente de Carlos. Este último es aconsejable cruzarlo por la noche o a primera hora de la mañana para evitar aglomeraciones. Del siglo XIV, es uno de los lugares emblemáticos de la ciudad y posee 15 estatuas a cada lado. ¡Os encantará! A los pies del puente se encuentra la isla de Kampa. Vale la pena una visita rápida a este encantador lugar, sin duda, uno de los más románticos de la ciudad.
A orillas del Moldava
Dar un maravilloso paseo por la orilla del río Moldava es otra excelente atracción en Praga. Y para pasar una noche única, reservad un minicrucero en barco con cena incluida. ¡No os arrepentiréis!
Nové Město y la Casa Danzante
Conocida como Ciudad Nueva, Nové Město es otro lugar emblemático para descubrir durante vuestra visita a Praga. En esta zona se encuentra la conocida plaza Wenceslao con edificios interesantes, como el Museo Nacional, la Ópera Estatal y el Teatro Nacional. Una propuesta cultural de lo más variada. Mención especial merece la Casa Danzante, uno de los edificios más actuales de la ciudad y uno de los más retratados por su singularidad y sorprendente arquitectura. Inspirado en el talento a la hora de bailar de dos mitos de la talla de Ginger Rogers y Fred Astairer, dispone de una terraza panorámica desde donde contemplar Praga con una visita de 360º. Vale la pena.
Praga es única en el mundo. Lo podréis comprobar personalmente. Y aunque ahora estéis pensando en las invitaciones de boda que debéis enviar a todos vuestros seres queridos o en esa larga playlist con las canciones para bodas que queréis que suenen en vuestro gran día, no perdáis de vista los preparativos de la luna de miel. ¡Todo lleva su tiempo!