Luna de miel en La Provenza

La planificación de una boda supone meses de esfuerzo, organización y trabajo en equipo: enviar las invitaciones de boda y verificar quién ha confirmado su asistencia, preparar numerosas sorpresas para que todos los invitados se lo pasen de maravilla o quedar con tu estilista para hacerte las pruebas del peinado de boda. Por supuesto, también estaréis dándole vueltas al viaje de novios. ¡Cuántas cosas en las que pensar!

Recordad que los mejores destinos no siempre son los más lejanos. Así que si os apetece quedaros cerca de casa, os proponemos un lugar con mucho encanto, repleto de campos de lavanda y de pueblos y ciudades llenos de encanto e historia. ¡Bienvenidos a la Provenza!

Situada en el sudeste de Francia, la Provenza limita al norte con el monte Ventoux, al sur con el mar Mediterráneo, al oeste con el Ródano y al este con la maravillosa Costa Azul. Gracias a su agradable clima podréis visitar esta región en cualquier época del año. Cualquier estación es buena, asimismo, para disfrutar de sus agradables mercados callejeros, llenos de alimentos frescos, coloridas flores y productos artesanos.

Imprescindibles en la Provenza

La Provenza es conocida por sus campos de lavanda y sus preciosas villas medievales. Sin duda, un viaje lleno de paisajes de ensueños, pueblos increíbles y ambiente alegre. Os encantará perderos por su maravilloso entorno natural, lleno de magia y de secretos por descubrir. Pero..., ¿qué hay que ver en la Provenza? Muchos lugares increíbles, entre los que destacan Marsella, Aix-en-Provence, Arlés y Aviñón. ¡Sin olvidarse de sus fantásticos campos de lavanda!

Marsella

No podéis dejar de visitar esta legendaria ciudad portuaria ni recorrer su puerto viejo, lleno de bullicio y movimiento, en el que destacan varios edificios históricos y una noria. Imprescindibles también el barrio de Le Panier, corazón histórico de la ciudad lleno de cafeterías y tiendas de diseño, así como el parque Palais Longchamp, la abadía de San Víctor de Marsella y la basílica de Notre-Dame de la Garde, desde donde podréis disfrutar de unas vistas fantásticas de la ciudad y el mar. Y si queréis daros un baño en el Mediterráneo, no dejéis de acudir a alguna de sus calanques –pequeñas calas–.

Aix-en-Provence

Romanticismo en estado puro. La capital de la Provenza es, sin duda, una de las ciudades más bonitas de Francia y un importante punto turístico del sur del país. Además de admirar el legado de Cézanne, en ella podréis recorrer sus mercados diarios, sus avenidas arboladas y descubrir sus más de 500 fuentes. Imprescindible pasear por Cours Mirabeau, con sus palacetes a un lado y sus bares y restaurantes al otro.

Arlés

Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, muchos son los lugares y los edificios emblemáticos que os encantarán de esta ciudad. Entre ellos destaca el conocido como las Arenas, que se trata en realidad de un coliseo romano. Sin olvidarse del teatro romano ni de las termas de Constantino. También merece la pena callejear por sus calles estrechas que, en su día, enamoraron a Van Gogh. Así que si os encanta su obra, no os perdáis el tour que se realiza para contemplar los lugares en los que el famoso pintor se inspiró para realizar algunos de sus mejores cuadros.

Los infinitos campos de lavanda

Visita imprescindible en vuestra luna de miel a la Provenza son sus infinitos campos de lavanda. En general, esta aromática planta florece desde mediados de junio a mediados de agosto. Podéis hacer varias rutas:

• Ruta del Luberon. Visitad Gordes y la Abadía de Senanque (se encuentra en un valle estrecho, rodeada de campos de lavanda), Roussillon y el sendero del Ocre, Lacoste y el castillo del Marquis de Sade, Oppede-le-Vieux y Bonnie.
• Ruta de Drôme Provenzal-Haut Vaucluse.
• Ruta de Ventoux, Lure y Luberon.

Aviñón

Nos os podéis perder esta ciudad, llena de edificios singulares que merece la pena descubrir. Entre los más populares se encuentra el puente medieval de Aviñón, sobre el río Ródano. Actualmente está en desuso, después de que parte de su estructura se derrumbara o fuera demolida. En el impresionante centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995, también podréis ver el Palacio de los Papas, la Catedral de Notre-Dame-des-Doms, el Petit Palais y las murallas de la ciudad. No os perdáis tampoco la animada Place de l’Horloge, centro social de la ciudad, donde se encuentran el ayuntamiento, la Ópera y numerosos cafés.

Si ya lo tenéis todo a punto, es el momento de pensar en hacer las maletas con algún vestido de fiesta y pasar una fantástica luna de miel. Como banda sonora para escuchar en el viaje preparad una playlist con las canciones para bodas que os acompañaron en vuestro gran día y que os traerán inolvidables recuerdos del enlace. ¡Feliz viaje de novios!