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Bodas

Buenas razones para disfrutar de una luna de miel en la Costa Brava

Calas paradisíacas, pintorescos pueblos de pescadores, bellos senderos que bordean el mar, una gastronomía reconocida internacionalmente… Situada en el Mediterráneo catalán, la Costa Brava es un destino idílico para vivir un viaje de novios único.

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Si no os gustan los viajes larguísimos y tenéis un presupuesto muy ajustado, ¿por qué no buscáis un destino en nuestro país para vivir una luna de miel de ensueño? ¡Las posibilidades son de lo más variadas! Después de encontrar en un pequeño atelier el vestido de novia de tus sueños, de escoger unas invitaciones de boda fieles a la esencia de vuestro “sí quiero” y de elegir los detalles de boda más prácticos para todos vuestros seres queridos, ya os podréis sentar más tranquilos a barajar las distintas opciones. Y, entre ellas, hay una que destaca con nombre propio: la Costa Brava. ¿Os apetece descubrir los secretos que esconde? Son muchos y muy diversos, así que... ¡seguro que os encantarán!

Está muy cerca de casa

Situada en la provincia de Girona, la Costa Brava es el nombre con el que se conoce a la franja litoral de 214 kilómetros que se extiende desde Blanes hasta Portbou, en la frontera con Francia. La belleza de su paisaje agreste –con pinedas, acantilados y calas escondidas de aguas turquesa– sumada a su rica oferta gastronómica y cultural la han convertido en un destino que nada tiene que envidiar a la glamurosa Costa Azul. Su belleza es tal que cautivó a artistas de la talla de Dalí y Picasso, quienes se inspiraron en sus paisajes en la creación de algunas de sus obras.

Descubrir sus caminos de ronda

La mejor manera de descubrir la Costa Brava es recorriendo a pie sus caminos de ronda. Unos senderos que bordean el mar y que os permitirán descubrir en todo su esplendor este maravilloso rincón del Mediterráneo. ¡Tomad buena nota!

Desde Sa Caleta a la playa de Fanals (Lloret de mar)

En Lloret de Mar existen dos caminos de ronda. Uno que parte de Sa Caleta, con sus barquitas de pesca a los pies del castillo d’en Plaja, y que rodeándolo llega hasta la cala dels Frares, una calita con islote, perfecta para disfrutar de una bella puesta de sol. Más adelante el sendero os llevará a acantilados con vistas panorámicas hasta la cala Trons, donde os podréis dar un chapuzón, antes de llegar finalmente a la Punta des Cabdells. El otro camino pasa por cala Banys (con preciosos atardeceres), el castillo de Sant Joan o la playa de Fenals. Antes de descubrir el siguiente camino de ronda, visitad Tossa de Mar, un pueblecito en el que podréis viajar en el tiempo mientras paseáis por su casco antiguo de callejuelas adoquinadas y visitáis su castillo medieval junto a la playa, con maravillosas vistas.

De Sant Feliu de Guíxols a S’Agaró

Uno de los caminos a pie más bonitos de la Costa Brava es el que recorre pueblos como Sant Feliu de Guíxols y S’Agaró. Se puede comenzar en cala Jonca o hacer el trayecto más corto desde la playa de Sant Pol, en Sant Feliu de Guíxols. Recorriéndolo descubriréis cala Ametller y cala Maset, de aguas cristalinas, la playa de Sant Pol, los miradores como el de la punta d’en Pau, y calas entre acantilados, como cala Pedrosa, hasta llegar a la playa de Sa Conca, en S'Agaró. En Sant Feliu de Guíxols visitad también su monasterio, un conjunto arquitectónico considerado Bien Cultural de Interés Nacional.

De Sa Tuna en Begur hasta la playa del Racó en Pals

El pueblecito de Begur, en el corazón del Empordà, esconde calas idílicas en un paisaje inigualable. Su camino de ronda de unos 8 kilómetros lo une con Pals y os permitirá disfrutar de algunas de las mejores calas del litoral gerundense, como Sa Riera, Aiguafreda o Sa Tuna, o la playa del Racó. Únicas en el mundo, no dejéis pasar la oportunidad de hospedaros en el parador de Aiguablava, rodeado de maravillosas vistas y de un entorno maravilloso, o de disfrutar de la gastronomía típica junto al mar en restaurantes, como Toc al mar (Aiguablava) o Sa Rascassa (Aiguafreda). No os perdáis las torres de vigilancia en Begur ni su castillo medieval desde el que disfrutaréis de unas maravillosas vistas. Y ya en Pals, descubrid su magnífico casco histórico y algunos de sus conocidos edificios, como la Torre de las Horas o la iglesia de Sant Pere.

Caminos de Ronda de Cadaqués

Cadaqués es un antiguo pueblecito de pescadores con sus típicas casitas blancas en el que podréis contemplar uno de los atardeceres más bonitos de la Costa Brava. Además de por la gran belleza del enclave, su encanto reside en el laberinto de callejuelas empedradas que integran su casco antiguo y en sus edificios (algunos de ellos modernistas). Os encantará, como también lo harán sus dos caminos de ronda. Durante esta visita descubriréis la casa-museo de Salvador Dalí en Portlligat, calas solitarias como Jugadora y Nans, acantilados espectaculares, cala Sa Sabolla... y el faro de Cap de Creus con su precioso mirador, único en el mundo.

De Calella de Palafrugell a Llafranc

A pesar de la multitud de turistas que visitan cada año Calella de Palafrugell, conserva el encanto de un pueblo de pescadores con sus típicas casitas blancas, sus callejuelas y sus coloristas barcas descansando sobre la arena. El camino de ronda une Calella con Llafranc y es un recorrido precioso entre pinos y el azul del mar. Vale la pena llegarse hasta el faro de Sant Sebastià, desde el que disfrutaréis de magníficas vistas. En Llafranc también disfrutaréis de su paseo, su bahía y su puerto.

¿Más opciones?

¡Por supuesto! No os perdáis todo el encanto de l'Escala, famosa por albergar el Museo Arqueológico de Cataluña. También vale la pena conocer su casco antiguo, su paseo marítimo y sus playas, una de las cuales alberga una estatua del Principito, de Antoine de Saint-Exupéry. ¡Y no os vayáis sin probar sus famosas anchoas! Figueras es otro lugar de visita obligada, donde sucumbiréis ante la magia del Museo Dalí, la torre Gorgot y el castillo de San Fernando. Sin olvidarse del Museo del Juguete de Catalunya ni de su centro histórico. Asimismo, os maravillará Empuriabrava. Esta "pequeña Venecia" catalana con canales navegables está rodeada por el Parque Natural de las Marismas del Ampurdán y cuenta con unas playas de ensueño. ¡Y todo está muy cerca!

¿Convencidos de que la Costa Brava es un lugar maravilloso y romántico para pasar la luna de miel? Mientras llega el día de hacer las maletas, continuad con los preparativos del enlace, que seguro que aún os quedan tareas pendientes, como encontrar esas ideas originales para bodas que sorprendan a todos vuestros seres queridos o elaborar una completa playlist con las mejores canciones de boda. ¡Empieza la cuenta atrás!

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