Luna de miel en Innsbruck: 8 propuestas llenas de magia
Viajar en teleférico descubriendo paisajes increíbles, pasear por un casco antiguo de cuento de hadas, disfrutar de los jardines renacentistas del castillo de Ambras… La encantadora ciudad de Innsbruck os permitirá vivir una luna de miel de ensueño.
Todo durante la organización del enlace requiere paciencia, tiempo y dedicación, al igual que decidir juntos el destino perfecto para vuestro viaje de novios. Y, en este sentido, hay un lugar en Europa que os espera con infinitas ofertas de ocio, unos paisajes únicos y la naturaleza virgen de los Alpes como telón de fondo. Nos referimos a Innsbruck, en Austria, un lugar idílico en el que vivir una luna de miel tan especial como vosotros. ¿Os seduce la propuesta? No os perdáis estas 8 propuestas y disfrutad de un encantador viaje, lleno de romanticismo y magia.
1. Descubrir el Altstadt
El Tirol, en Austria, es un paraíso para los amantes de la naturaleza, y su capital, Innsbruck, es una ciudad perfecta para disfrutar de una romántica luna de miel. Descubrir el Altstadt o barrio antiguo y sus alrededores será, sin duda, un excelente punto de partida. Perdeos por sus calles, cogidos de la mano, y admirad el Tejadillo de Oro –un mirador que mandó construir el emperador Maximiliano y que se ha convertido en un símbolo de la ciudad–, el antiguo ayuntamiento, la catedral de Santiago de estilo barroco, la Hofkirche –una iglesia gótica–, la casa Helblinghaus –un edificio cuya estructura original es del siglo XV–, el palacio imperial o la columna de Santa Ana –que conmemora la liberación de las tropas bávaras que habían invadido el Tirol–.
Seguro que también os encantará visitar el Museo del Tejadillo de Oro, subir al Stadtturm –una torre con 148 escalones, desde cuya terraza panorámica podréis contemplar unas maravillosas vistas– y recorrer la calle Maria Theresien, presidida por el Arco de Triunfo, que se extiende por el centro de Innsbruck con sus preciosos palacetes, tiendas locales y cafés históricos. ¿Más cosas? ¡Por supuesto! Disfrutad de una pausa en la pastelería centenaria Mundig o en la cafetería de estilo vienés del hotel Central; acercaos a Acqua Alpes, una perfumería que crea fragancias con aromas de los Alpes, y dejaos caer por el bar 360͘°, en la séptima planta del Ayuntamiento. Un local con vistas para sentarse tranquilamente y tomar una copa al atardecer.
2. Abrazar los árboles centenarios del castillo de Ambras
Schloss Ambras es un castillo de estilo renacentista en las colinas de Innsbruck, a tan solo 15 minutos del centro de la ciudad si cogéis el tranvía número 3 o el número 6. Con interiores de ensueño y un precioso jardín de 20 hectáreas, pasaréis momentos inolvidables, sobre todo si abrazáis sus árboles centenarios, descubrís sus fuentes venecianas y paseáis por sus bucólicos senderos.
3. Soñar despiertos a orillas del río Inn
Recorred al atardecer el margen izquierdo del mágico río Inn que atraviesa Innsbruck. Las luces y las magníficas vistas con las tradicionales casitas de colores del centro histórico y los Alpes al fondo os deslumbrarán. También podéis recorrer la Arthur Haidl Promenade en bicicleta descubriendo los encantos de la ciudad.
4. Ensimismaros en sus bucólicos miradores
Del centro de la ciudad a las altas cumbres de los Alpes que rodean Innsbruck hay apenas 20 minutos. Os enamorará el funicular Hungerburgbahn que os llevará hasta la cordillera Nordkette. Primero a Hungerberg, desde donde contemplaréis impresionantes panorámicas de la ciudad. Después a Seegrube, situado a cerca de 2.000 metros sobre el nivel del mar, hay un restaurante con vistas de ensueño y podréis acceder al Parque Natural Karwendel. Y, por último, a Hafelekar, que os permitirá ver Innsbruck por un lado y los Alpes por el otro. ¿Más cosas? Subid al autobús turístico Sightseer hop-on hop-off, que os acercará hasta el trampolín de saltos de Bergisel, también con un mirador, y viajad en funicular hasta Patscherkofel. Una vez en la cima podréis recorrer el Zirbenweg, un maravilloso sendero alpino de poco más de 7 kilómetros. Atravesaréis paisajes de ensueño y un bosque centenario de cembros con ejemplares de más de 300 años. Y si tenéis tiempo, no os perdáis el Umbrüggler Alm, en Karwendelgebirge, un restaurante de fascinante diseño con una gran terraza panorámica.
5. Descubrir sus idílicos lagos
Innsbruck os sorprenderá con sus maravillosos lagos en los que podréis daros un chapuzón en los meses más calurosos el año. Como Baggersee, en el barrio de Rossau, dentro de la propia ciudad, un lugar perfecto para desconectar en sus prados, para nadar y para pasear en bote. O los de Natterer See, Herzsee y Lanser See, a las afueras de la ciudad, a pocos minutos en tranvía o autobús.
6. Vivir la magia de la nieve
¿Y si vuestra luna de miel por el Tirol austríaco es en invierno? Innsbruck es un paraíso que os espera con mil y una sorpresas con sus maravillosos paisajes nevados. Si os gustan los deportes de nieve, tened en cuenta que las pistas de esquí se encuentran a un paso de la ciudad. Además, también podréis esquiar por la noche y dormir en un acogedor refugio alpino.
7. Volver a enamoraros en los Mundos de Cristal Swarovski
En Wattens, a unos 20 km de Innsbruck, descubriréis un universo mágico de casi ocho hectáreas en el que muchas parejas celebran su boda. Son los Mundos de Cristal Swarovski, que os enamorarán por completo con sus espacios dedicados al arte y a la cultura, así como con un gran recinto exterior. Este está presidido por un misterioso gigante y por una nube de cristal única, con 800.000 cristales suspendidos en el aire que se reflejan en un lago de aguas transparentes situado justo debajo, creando impresionantes reflejos. ¡Una auténtica maravilla!
8. Sorprenderos con un regalo de bienvenida
La ciudad de Innsbruck obsequia a todos sus visitantes con la tarjeta Welcome Card, que se entrega a partir de dos días de estancia y permite utilizar gratuitamente los transportes públicos. Además, es un título de transporte para circular por distintos municipios e incluye precios especiales en diversas actividades. Y si permanecéis más días en Innsbruck disfrutando de vuestra luna de miel recibiréis la Welcome Card Plus, con la que, además, podréis viajar gratis en los cuatro espectaculares funiculares de la ciudad. Y si queréis tener más descuentos no os olvidéis de todas las modalidades de la Innsbruck Card que os regalan, entre otras cosas, tres horas de alquiler de bicicleta City Bike o una noche en el Casino de Innsbruck para jugar una ronda de blackjack o de póker. ¿Qué más se puede pedir?
¿Qué os parece? ¿Con ganas de descubrir más cosas sobre este destino? Seguro que os encantará vivir vuestro viaje de novios en esta ciudad austríaca. Y es que una luna de miel en Innsbruck invita a disfrutar de unos lugares, una cultura, una gastronomía y unos paisajes únicos. ¡No os lo penséis más!