Luna de miel en Estonia: un país de cuento de hadas
Estonia es un paraíso de la naturaleza salpicado por 1500 islas, frondosos bosques, playas interminables de arena blanca y acantilados únicos en el mundo. Sin olvidarse de sus ciudades medievales ni de sus aldeas de cuento de hadas. ¡Descubridlo!
¿Empezando a pensar en vuestra luna de miel? Si queréis disfrutar de unos días inolvidables durante el viaje de novios, debéis dedicar tiempo y esfuerzo para que todo salga perfecto. Tan importante como encontrar el vestido de novia perfecto, dar con el proveedor del banquete, decidir cuál de las magníficas ideas originales para bodas encaja mejor con el estilo del enlace o enviar las invitaciones de boda a todos vuestros seres queridos es escoger un destino que refleje vuestros gustos y personalidades. Y entre el amplio abanico de opciones a vuestro alcance se encuentra Estonia, un pequeño país báltico de gran belleza paisajística. Tomad nota de los imprescindibles en un viaje repleto de sorpresas. Simplemente... ¡os encantará!
Un país de ensueño
Estonia está situada en el noreste de Europa y limita al sur con Letonia, al este con Rusia, al oeste con el mar Báltico y al norte con el golfo de Finlandia. Se trata de un auténtico paraíso de la naturaleza, salpicado de parques naturales, frondosos bosques, playas interminables de fina arena y acantilados espectaculares, como el de Ontika, que la convierten también en el destino favorito de parejas enamoradas de la ecología y del medio ambiente. Pero Estonia también esconde un gran pasado cultural con ciudades medievales maravillosas, como Tallin.
Paseos románticos por Tallin
Os deslumbrará la vieja Tallin, una espectacular ciudad medieval amurallada y una de las mejor conservadas de Europa. ¡Seguro que paseando por su casco antiguo de calles empedradas y edificios góticos o barrocos viviréis momentos inolvidables! De la capital de Estonia no os podéis perder la catedral de Alejandro Nevski (declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco), el castillo de Toompea, la plaza del Ayuntamiento (considerada el corazón del centro histórico, alberga el ayuntamiento, un edificio de estilo gótico construido en el siglo XV), la farmacia Burchart (una de las más antiguas de Europa) ni el mirador de Patkuli (desde el que disfrutaréis de unas panorámicas y de unos atardeceres inolvidables). ¿Más imprescindibles? ¡Sí! Las murallas que rodean el casco antiguo de la ciudad (con sus torres de vigilancia y sus puertas de acceso, como la de Viru, una de las más bonitas), el pasaje de Catalina (una calle abovedada y adoquinada), el palacio y el parque de Kadriorg (el más grande de la capital), la iglesia de San Olaf (desde cuya torre disfrutaréis de unas vistas maravillosas de Tallin) y la calle Pikk (que cruza prácticamente todo el casco antiguo de la ciudad y en la que encontraréis el Museo de Historia Nacional).
Durante vuestro viaje podéis alojaros en el romántico Three Sisters, situado en el corazón de la ciudad vieja, un hotel formado por tres antiguas casas de mercaderes del siglo XIV conectadas entre sí. Y no os vayáis sin visitar Olde Hansa, una antigua taberna que, en la actualidad, es el restaurante más famoso de Tallin. Allí podréis saborear deliciosos platos locales que os harán la boca agua.
Rumbo al Parque Nacional de Lahemaa
Situado a unos 80 kilómetros de Tallin, se encuentra el Parque Nacional de Lahemaa, un precioso entorno natural. Un parque que refleja la Estonia rural por excelencia: espesos bosques, ríos, pantanos... Pero en el que también encontraréis numerosos senderos, preciosas mansiones señoriales, aldeas de cuento y tabernas típicas para disfrutar de momentos irrepetibles. ¡Imprescindible!
Minicrucero por las islas
Vale la pena ir hasta Kuivastu para coger un ferri hasta la isla de Muhu, con sus preciosos molinos de viento y sus casitas de madera con techo de paja, antes de visitar Saaremaa, la isla más grande de Estonia. ¿Cómo llegar hasta allí? Muy fácil, pues podréis acceder a ella a través de un puente. Saaremaa cuenta con una impresionante fortaleza medieval y también con molinos de viento de madera –concretamente el quinteto de Angla-, además de balnearios para relajaros con sus tratamientos especiales de arcilla.
La aldea de los Viejos Creyentes
Al sudeste de Estonia se encuentra Värska (pueblo del municipio de Setomaa). Y a dos horas en coche descubriréis el inmenso lago Peipus, situado en la frontera entre Estonia y Rusia. En sus orillas está la aldea de los Viejos Creyentes, en la que vive una minoría rusa ortodoxa muy peculiar. Un pueblo que vive solo de lo que pesca y cultiva (principalmente, cebollas). No os perdáis su hospitalidad, sus costumbres ni su gastronomía (como el pescado con cebollas).
La enigmática Taevaskoja
Taevaskoja, al suroeste del lago Peipus, es uno de los lugares más conocidos del sur, gracias a la reserva paisajística del río Ahja, con sus afloramientos de piedra caliza rodeados de espesos bosques y cuevas, que conforman una de las zonas más bellas de Estonia, y en la que podréis dar largos paseos entre paisajes maravillosos.
¿Qué os parece este destino? Tiene todo lo que podáis desear (y mucho más) para disfrutar de una luna de miel de ensueño. Una vez tengáis claro dónde queréis ir, ya solo os quedará ir ultimando diferentes partidas del enlace, como decidir qué detalles de boda resultan más útiles para todos vuestros invitados o dar forma a una playlisyt con las canciones de boda más románticas para un día tan especial y único. ¡Tan único como vuestra historia de amor!