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Bodas

Los mejores planes para disfrutar de una luna de miel en Edimburgo

Pasear por su romántico casco antiguo, recorrer sus jardines secretos, besarse en el mirador de Calton Hill contemplando un atardecer… Os descubrimos los planes imprescindibles que os permitirán disfrutar al máximo de esta mágica ciudad escocesa.

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¿No os convencen los viajes transoceánicos? ¿Preferís un destino más cercano para vuestro viaje de novios? Sea como sea, Edimburgo, la capital de Escocia, es un destino perfecto para vivir una luna de miel increíble o una romántica escapada para dos. Y es que esta ciudad encierra un sinfín de fantásticas propuestas para las parejas de enamorados. Cosmopolita y llena de atractivas opciones de ocio, encierra también rincones con mucho encanto. ¿Preparados para explorarla a fondo?

Fascinante y acogedora

Situada al este de Escocia, sobre el fiordo del río Forth, Edimburgo es un destino que os sorprenderá por su espectacular arquitectura gótica y por la belleza de su casco antiguo o Ciudad Vieja, de calles y callejones adoquinados (conocidos como closes). La avenida Royal Mile, de casi dos kilómetros de longitud, es su arteria principal y enlaza el castillo de Edimburgo con el palacio de Holyrrod (la residencia real moderna) y de obligada visita por sus maravillosos jardines. Su recorrido esconde sorpresas, como Sugarhouse Close, un callejón con arco; White Horse Close, otro callejón al que se accede desde un pórtico en la Royal Mile y que os llevará a un patio típico de viviendas y Castlehill, la zona más cercana al castillo.

También encontraréis todo tipo de tiendas, pubs y museos, al tiempo que descubriréis la catedral de Saint Giles, con su cúpula en forma de corona real, la iglesia de Canongate y el Parlamento escocés. Y podréis visitar los callejones subterráneos de Mary King's Close, perfectos para viajar al pasado de Edimburgo. Muy cerca está Victoria Street, con sus fachadas de colores, la conocida plaza de Grassmarket, con muchos pubs y restaurantes, y el Museo Nacional de Escocia, en el que destaca su fantástica terraza panorámica. ¡No os podéis perder esta zona de la ciudad!

El deslumbrante castillo de Edimburgo

El castillo de Edimburgo se eleva sobre una gran colina. Una vez allí no os perdáis la puerta de Foog, la capilla de Santa Margarita ni sus jardines. Tampoco os olvidéis de dar un largo paseo por sus murallas ni de contemplar las sorprendentes vistas que ofrece de la ciudad. Y si queréis ver el castillo desde otra perspectiva, disfrutad de un café o un té en la cafetería de la librería Waterstones o en las escaleras de la callecita The Vennel. Imprescindible ir al atardecer, cuando se encienden las farolas de las calles y las luces del castillo. ¡Sorprendente!

La magia de Dean Village

Dean Village os espera con su extraordinaria belleza. Este pintoresco barrio es uno de los más fotogénicos de Edimburgo. Acercaos dando un paseo junto al río Water of Leith y os parecerá estar viviendo en un cuento de hadas con sus puentes, casitas de piedra y molinos de agua. Muy cerca está una de las calles más bonitas de la ciudad, Belford Mews, con sus antiguos establos salpicados de puertas de colores.

Un atardecer único desde Calton Hill

Contemplar en pareja los atardeceres desde alguno de los miradores de la ciudad es una experiencia inolvidable. Entre los más espectaculares destacan el de la colina de Calton Hill, en pleno centro, y el de Arthur’s Seat, en la cima de una colina que conforma un entorno natural parecido a los Highlands.

Maravillosos jardines secretos

Edimburgo es conocida por su riqueza paisajística y sus románticos jardines. Así que otro de los planes imprescindibles en la ciudad pasa por descubrir juntos la reserva Hermitage of Braid and Blackford Hill, con sus bosques a orillas del río Braid, en el barrio de Morningside, y que subáis a Blackford Hill para disfrutar de las vistas sobre la ciudad. Y si os gusta la astronomía, no dejéis de visitar el Royal Observatory donde podréis ver las estrellas y las constelaciones. También son de obligada visita el jardín del Dr. Neil, en Duddingston, un oasis de calma con sus arboledas y senderos, el seductor jardín botánico y el jardín japonés del castillo de Lauriston, en Silverknowes, que por su cercanía permite ir hasta la vecina isla de Cramond cuando baja la marea.

Una pausa a media tarde

Una de las actividades más tradicionales en Edimburgo es tomar el té, acompañado de pastelitos o canapés, en alguno de sus tea rooms. El Clarinda’s Tea Room, con un ambiente pintoresco, y el The Colonnades at the Signet Library, en un lujoso palacio, son dos opciones perfectas.

La Ciudad Nueva

En la New Town de Edimburgo, Princess Street es su calle principal. Además de bellos edificios de la época victoriana, encontraréis numerosas tiendas. Pero eso no es lo mejor. Y es que además de que es peatonal en buena parte, junto a la misma descubriréis los jardines de Princess Street, desde los que tendréis bonitas vistas del castillo de Edimburgo y de toda la Ciudad Vieja.

Los puentes del Firth of Forth

A unos quince minutos en tren desde Edimburgo encontraréis los puentes del Firth of Forth y en concreto el del Forth Rail Bridge, un emblemático puente rojo que se puede fotografiar desde el mirador de la calle South Queensferry. También vale la pena ir al otro lado del fiordo y visitar el faro de la aldea de North Queensferry, con vistas preciosas. 

Está claro que en vuestro viaje a Edimburgo no os faltarán distracciones, ya sea una romántica escapada o vuestra luna de miel. Aseguraos de que podéis viajar sin problema y, mientras llega el momento, preparad minuciosamente todos los detalles: excursiones, visitas... ¡Disfrutad!

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