Los 14 fetiches que más gustan a hombres y mujeres
Hay detalles curiosos de las personas que nos llaman especialmente la atención. ¿Qué es lo que más te gusta a ti? Descubre cuáles son los fetiches más comunes de hombres y mujeres.
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Un fetiche no tiene por qué ser únicamente sexual. Aunque pueden encender el cuerpo y la mente con este fin, muchos de ellos sirven para sentir una mayor atracción por otra persona. Son detalles especiales y muy personales. Nosotros somos conscientes de su importancia, aunque luego no determinen la elección de la persona adecuada. Repasamos los fetiches más comunes según las conclusiones extraídas.
Fetiches hombres y mujeres
- Flow
- Arte
- Dientes
- Barba
- Olor
- Manos y pies
- Ropa grande
- Calzado
- Peinados improvisados
- Narices grandes
- Ropa de trabajo
- Un toque informal
- Conducción
- Marcas en la piel
Flow
¿Qué es el flow? Es estilo, es buen rollo, es: "ese tío/a mola mucho". Es una sucesión de detalles que estallan de manera simultánea: es la forma de ser, que incluye la forma de vestir, los complementos, los movimientos, las miradas, el humor… Es vivir sin límites, desde la pose hasta las decisiones. Es una filosofía de vida que es innata y que se potencia con música, baile, imágenes…
Tiene un fuerte componente urbano, de elegancia de suburbio, gorras, grafitis, tatuajes y piercings. Son Bruno Mars y Justin Timberlake. Son Alicia Keys y Rihanna. Son todos los componentes de Black Eyed Peas. Las personas con flow no caminan, ni corren… Ellos se deslizan por el mundo como los "Reyes del mambo", aunque ni siquiera se propongan serlo. Son arte humano con un toque gamberro. Y todo esto es material seductor para muchos jóvenes de hoy en día. La ropa ancha, los patines o las bicicletas son algunos de los complementos que reinan en este fetiche general.
Arte
El arte, tanto practicado como disfrutado, atrae a muchos hombres y mujeres. Los hombres o mujeres con libros debajo del brazo, con verborrea cultureta y que sepan manejar elementos artísticos, denotan una sensibilidad muy sensual.
Las actividades de fotografiar (la posición resulta atractiva), pintar (las emociones internas se manifiestan en la ejecución de las pinceladas) y tocar la guitarra (una habilidad con toques bohemios, de espíritu libre) triunfan en este sentido y son fetiches para algunos hombres y mujeres. La esencia bohemia de cantautores con "rollito" y chicas naif de aspecto amargado es muy demandada entre determinado sector de la sociedad.
Dientes
Entre las listas de fetiches, los dientes son un mundo y podrían hacerse hasta tratados filosóficos sobre ellos. Aunque el ideal de la sociedad parece estar ligado a la perfección de la dentadura, a muchas personas les atraen los hombres y mujeres con los dientes imperfectos, ya sean montados o que sufran diastema (dientes separados). Hablamos de algo que, por pequeños detalles, se sale de la perfección.
Barba
¿Más ejemplos de fetiches? La barba en los hombres se ha convertido en un fetiche. Ellos y ellas se derriten con la barba de tres días de House o la poblada masa capilar que los hipsters han implantado. Denota hombría, libertad y sabiduría. También con algún remolino. Una buena barba es la marca de los leñadores. Huelen a bosque de California. Es un juego perfecto entre filosofía underground y masculinidad pura y dura. Ante ella, los chicos y chicas del siglo XXI no tienen otra que aplaudir.
Olor
A todos nos gustan los buenos olores en las personas, pero siempre hay tipos de olor: más ácidos, más dulces, más fuertes, más inocentes... El olor a hombre, el olor a fémina silvestre, el olor a limpio, el olor a naturaleza, el olor a crema después de la ducha… No hay que olvidar que el sudor de hombre es excitante para las mujeres por la actuación de las feromonas. En general, los olores empalagosos no suelen triunfar.
Hay olores que electrizan y que atraen como imanes, a veces inexplicablemente, sobre todo cuando se asocian con una persona que ya gusta por otros motivos. En ese momento, el fetiche se convierte en una lluvia de fuegos artificiales.
Manos y pies
Para los fetichistas, las manos tienen que estar cuidadas. En ellas, las uñas pintadas apuntan hacia un instinto provocativo, prácticamente felino, aunque muchos también disfrutan de las uñas a medio pintar. Asimismo, las manos de las chicas han de ser delicadas, independientemente de una personalidad más o menos poderosa.
Las manos de ellos deben ser muy masculinas, es decir, con alguna vena saliente, grandes y con la capacidad tanto de colocar ladrillos como de firmar leyes. En este sentido, las imperfecciones (durezas, cicatrices) que indiquen algún tipo de esfuerzo y relax ante los peligros de la vida, también son bienvenidas.
Los pies, aunque parezca extraño, son fetiches comunes en muchos hombres y mujeres, sobre todo si tienen preferencia por las chicas. Los pies de las chicas suelen estar más cuidados y aparecen en ambientes eróticos. Y, si no, que se lo digan a Tarantino, fetichista confeso y demostrado de los pies (en todas sus películas aparecen pies desnudos en primer plano).
Ropa grande
Continuamos con la lista de fetiches. El estilo oversize es maravilloso en las mujeres. Cuando una mujer lleva una prenda masculina gusta a todos y a todas. ¿Por qué? Es pícaro. Una chica con ropa ancha sabe lo que se hace, ya sean jerseys, camisetas o pantalones. A algunas les confiere un aire masculino en cuanto a informalidad, sin perder ni un ápice de feminidad.
Calzado
Siguiendo con los tipos de fetiches, el zapato, tanto de hombre como de mujer (quizá más en este segundo caso), es muy importante a la hora de seducir. Dice mucho de la personalidad de la gente y, como elemento individual, también es capaz de generar atracción. Los tacones y las botas altas tienen gran aceptación entre las personas que se sienten atraídas por mujeres. Los tacones estilizan la figura de la mujer, desde la punta de los pies hasta la cintura, e instauran cierta autoridad a la que muchos hombres y mujeres no se pueden resistir.
Los zapatos de vestir gustan a muchas mujeres, siempre que estén bien limpios y se lleven con elegancia. Aunque una buena zapatilla deportiva en una chica arreglada informalmente también causa furor entre los chicos y chicas de estilo underground.
Peinados improvisados
Este fetiche funciona con mujeres y hombres con el pelo más o menos largo. Ellas se recogen el pelo o lo anudan en coletas informales, tanto cortas como largas. Durante el proceso, dibujan florituras en el aire que representan bellas y delicadas obras de arte improvisadas. Después, dejan ver la nuca, las orejas, los pendientes y el resto del cuello, juntos en una misma estampa seductora, inocente y pura. Un moño repentino es desenfadado y juguetón, enmarcado dentro de la rutina y sin artificios. Es belleza de andar por casa, de ajetreo y de trabajo, quizá la mejor de todas.
Ellos también se hacen coletas altas, pequeños moños o se colocan cintas para retirarse el pelo de la frente. Tienen un "rollo" similar al de las mujeres, pues, dentro de su masculinidad, dejan ver un toque femenino que dulcifica su aspecto.
Narices grandes
Este ejemplo de fetichismo corresponde más a las mujeres heterosexuales. Las narices grandes de los hombres son fetiches para muchas de ellas, pues denotan personalidad, fuerza y poder. Suelen encontrarse en caras especialmente masculinas, con mandíbulas marcadas y ojos profundos. Con el pack al completo, muchas mujeres caen rendidas.
Ropa de trabajo
Un buen traje, con sus dos piezas (o tres), cinturón, tirantes y corbata (opcional) desprende poder, seguridad y elegancia. Un estilismo de gentleman que alcanza cotas de estilo casi inconquistables. James Bond, vamos.
Ellas, con traje de chaqueta y una posición de máxima autoridad, son la seducción hecha carne y buen gusto vistiendo. Parecen fetiches prototípicos, pero siguen triunfando entre los hombres y mujeres que buscan lo más auténtico de la especie, siempre con la guinda sofisticada que toda ropa formal debe incluir.
Un toque informal
Igual que se mantienen en alza los trajes, la ropa y los complementos informales, con todo el pack que ello conlleva, también se convierten en fetiches los chicos con brazos enteros tatuados, las chicas con otros tantos dispersos en sitios estratégicos, las camisas vaqueras y de cuadros, las camisetas de rayas horizontales, las pulseras en las muñecas de ellos, las gorras o sombreros en las cabezas de ellas… Un prototipo de festival, vaya, que se ha puesto de moda y que atrapa por su aspecto bohemio, estilo desenfadado y aire soñador.
Conducción
Más tipos de fetichismo. Gusta y mucho que hombres y mujeres conduzcan con soltura, como si estuvieran sentados en el sofá de su casa. Su arte al volante viene determinado por la displicencia. Ante un vendaval, ellos seguirán a lo suyo, sin cambiar las formas o el gesto. Demuestran seguridad y control sobre todo lo que hay a su alrededor. Este tipo de comportamientos son un fetiche para algunas personas, que encuentran atractivo el manejo de maquinaria pesada con tanta parsimonia. Asimismo, aparcar el coche rápido y con excelentes maniobras refuerza este concepto.
Marcas en la piel
Los lunares son sexys. Son marcas de fábrica que evidencian el carácter único de las personas. Se dispersan por la piel como las migas de pan de Hansel y Gretel. Las parejas con lunares guardan un fetiche especial con alguno de ellos, como si fueran un botón mágico que abre el jardín de sus deseos. Ocurre igual con las pecas, que aportan personalidad a rostros y espaldas.
Las cicatrices también son maravillosas para quienes se deleiten con las señales de la vida. Quizá una de ellas sea el fruto de una caída con el triciclo a los cinco años, pero desde un punto de vista fetichista, representarán los vestigios de una refriega en la Segunda Guerra Mundial, aunque ni siquiera sus padres hubieran nacido por aquel entonces. Las cicatrices pertenecen a la gente de la calle, con experiencias e historias prohibidas. Son de valientes.
Después de esta retahíla de fetiches, hay que destacar que lo más importante es sentirse a gusto y especial con esa otra persona. A veces no tiene ninguno de estos detalles, pero nos gusta incluso más. La vida (y, a veces, el amor) es una incertidumbre.
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