Las dietas milagro no existen
Las dietas milagro o dietas rápidas prometen una rápida pérdida de peso por lo que son muy atractivas para todas aquellas personas que desean adelgazar en poco tiempo y sin esfuerzo. Pero ¿funcionan realmente? ¿Qué riesgos tienen?
De cada 10 personas que inician una dieta para perder peso, 8 lo hacen con un producto o dieta milagro que no les van a servir absolutamente para nada, sino todo lo contrario, experimentarán un efecto yo-yo que les hará recuperar todos los kilos perdidos más unos cuantos de propina.
¿Qué consideramos una dieta milagro? Todas aquellas dietas o planes de adelgazamiento que inicia una persona por cuenta propia sin contar con el asesoramiento médico adecuado y que prometen perder mucho peso en poco tiempo. Aunque la pérdida de peso inicial sea importante, este tipo de dietas son siempre muy agresivas y nada saludables, unas veces ingiriendo los mismos alimentos a diario y otras, incluso, llegando a no comer prácticamente nada.
Además, requieren una gran fuerza de voluntad que, a los pocos días cede por la ansiedad, y genera el llamado efecto rebote, ya que esta ansiedad hace que no solo volvamos a recuperar el peso perdido, sino que lo incrementemos.
Ahora que se acerca el periodo estival y son muchas las personas que se encuentran en plena operación bikini, tratando de perder los kilos de más ganados durante el invierno, es importante que los especialistas hagan especial hincapié en el peligro que entrañan este tipo de dietas que pueden causar graves problemas de salud.
Lo que de verdad nos ayudará a perder el exceso de peso y no volver a recuperarlo es el cambiar los hábitos alimenticios y de estilo de vida. Solo así nos aseguraremos de mantener ese peso ideal de una forma saludable. Recordemos que la dieta correcta es en la que se come un poco de todo, respetando las propiedades, las cantidades y los potenciales beneficios de cada alimento.
Cuando una persona tiene un ligero sobrepeso debe ponerse en manos de un especialista en dietética y nutrición para que pueda analizar su caso y diseñar un tratamiento personalizado. Cabe tener en cuenta que una dieta que le ha podido servir a una persona, no necesariamente le tiene porque ser útil a otra e, incluso, le puede engordar.
En el caso de que la persona padezca obesidad, debe ser tratada en una unidad de obesidad multidisciplinar que garantice una pérdida de forma progresiva, teniendo en cuenta todos los factores implicados: endocrinológicos, nutricionales y, en determinados casos, apoyo psicológico.