La recta final
Dar la bienvenida al nuevo año significa pensar en todas aquellas cosas que tenéis que hacer. Si la boda está en vuestra lista no dudéis en dedicaros a ella y haceros un calendario detallado para no olvidaros de nada.
Chicos, ante todo, Feliz Año Nuevo a todos. 2012 no ha sido un año particularmente brillante en muchos sentidos, pero seguro que si habéis pasado por el altar (como es mi caso) habrá compensado todas las penurias. Y, nada, que empieza 2013. Dicen que tampoco va a ser un año demasiado halagüeño en lo económico, pero, del mismo modo, si os casáis, ya habrá valido la pena.
Los que celebréis vuestra boda este año ya lo sabéis: enfiláis la recta final de ese bonito proyecto conjunto que supone el matrimonio. Desde hoy y hasta el día de la boda no valen las excusas: el “ya lo haremos, tenemos tiempo” (tan recurrente, por otra parte, el año pasado) no sirve. Agotó su crédito. No es plan ahora de volverse locos, pero sí de dedicar más horas (si no las estabais dedicando ya) a vuestro gran día. Pensad que, en adelante, os pasarán los meses volando. No os habréis dado cuenta y el invierno habrá dado paso a la primavera. Así que en vuestra lista de propósitos para el Año Nuevo no olvidéis incluir un timing más o menos detallado de las cosas que os faltan por hacer y, sin prisa pero sin pausa, id siguiéndolo.
Es esta también una época en la que os daréis cuenta realmente de si podéis vosotros solos con la organización de vuestra boda o no. El trabajo aprieta y, en ocasiones, no hay tiempo para todo. Así que si tenéis algún dinero extra por ahí no dudéis en contactar con algún wedding planner para que os haga la vida más fácil en esta recta final que lleva hasta vuestra gran meta.