La emocionante boda de Rebeca y David
Rebeca y David eligieron a Vara Restaurante y Eventos para celebrar su esperada boda. Sin duda fue un día precioso y muy especial que jamás olvidarán.
Para esta pareja vivir consiste en construir futuros recuerdos, por eso quisieron hacer de su boda algo inolvidable para ellos y sus invitados. Rebeca y David se casaron el pasado 11 de octubre a las 17 horas. La boda se celebró en esa fecha dado que Rebeca estaba trabajando fuera, algo que le ocasionó algún momento de agobio por tener que organizar su boda desde la distancia, pero por suerte sus miedos desaparecieron cuando visitó por primera vez Vara Restaurante y Eventos.
Rebeca lucía el diseño Ulises de Rosa Clará, un recogido bajo complementado con un tocado de orquídeas. El ramo era de gladiolos blancos en cascada, regalo de su tía y tradición de las mujeres de su familia que han llevado un ramo idéntico durante años. Las joyas que portaba estaban dotadas de un gran significado para ella, un anillo de pedida y una pulsera de nácar regalo de David pero lo más significativo fue el anillo con un agua marina de su prima Cristina, fallecida un mes antes de la boda.
El lugar de ceremonia fue la ermita de Parla, ambos tenían muy claro desde siempre que su boda sería allí. Una vez finalizada la ceremonia, para sorpresa de todos, llegaron a la finca en coche de caballos, donde todos los invitados les esperaban con el Canon de Pachelbel de fondo. El aperitivo tuvo lugar en un jardín precioso donde el personal de Vara les esperaba para dar comienzo al cóctel. Una vez finalizado llegó el momento de la cena. Los novios hicieron la entrada con una luz tenue aderezada con velas y de fondo la banda sonora de Juego de Tronos, así llegaron a la mesa presidencial donde disfrutaron de una exquisita cena.
Todos los momentos especiales fueron captados por la fotógrafa Isabel Carreño, al igual que el corte de la tarta tematizada con muñecos Playmobil. El primer baile lo inauguraron Rebeca y su padre con la banda sonora de La vida es Bella para posteriormente bailar su primer Por ti volaré de Andrea Bocelli con David ya como marido.
Fue una gran fiesta hasta altas horas de la madrugada donde los invitados se resistían a irse a casa, culpa de ello fueron las bailarinas que regalaron a todas las chicas. Como colofón final los más golosos disfrutaron de un candy bar durante toda la noche y una recena que hizo que su boda fuese más que perfecta, todo gracias a la exquisita organización.