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Bodas

La boda de Wael y Samira: la imponente belleza de Gran Canaria a sus pies

Wael y Samira prometieron no separarse nunca. Pasados 12 años de noviazgo, el joven aprovechó el cumpleaños de su chica para pedirle matrimonio de forma única y original. Su boda, por supuesto, no podía ser menos. ¡Descubrid un "sí, quiero" mágico!

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Carlos Glez. Fotógrafo

Wael y Samira se conocieron durante una fiesta el 22 de mayo de 2004. Desde entonces, la pareja se hizo inseparable y tras 12 años compartiendo momentos inolvidables, los enamorados se dieron por fin el "¡sí, quiero!".

Pedida sorpresa en Halloween

Aprovechando la celebración del cumpleaños de la joven –el 30 de octubre–, Wael quiso sorprender a su amor con un regalo inolvidable... Y, sin duda, lo consiguió.

Durante la fiesta de aniversario ambientada en Halloween, los invitados disfrazaron a Samira de novia cadáver, le vendaron los ojos y le hicieron participar en un divertido juego: la joven tenía que encontrar un total de 12 notas, a partir de varias pistas, si quería descubrir su regalo de cumpleaños. Al finalizar el juego, Samira se quitó la venda al compás de una cuenta atrás gritada por sus propios amigos. ¿La sorpresa? ¡Ver al amor de su vida con una pancarta gigante pidiéndole matrimonio! Sin dudarlo, la joven exclamó un gran "¡sí!".

Sencillez y elegancia en sus looks

El novio apostó por un elegante traje en tonos oscuros de Cortés y corbata color vainilla.

Por su parte, Samira lució un precioso vestido de chantilly y corte sirena, de Lorena Rubio - Vistiendo Sueños, que combinó con un velo estilo corsario, de La Sposa. Para los zapatos, la novia diseñó en Unique Shoes unos tacones en tonos púrpura. En cuanto al ramo, se decantó por uno de estilo silvestre. El equipo de Elena y Shasha puso el broche de oro a su look nupcial con un maquillaje natural y luminoso

El gran día: magia y personalidad

En lo alto de la montaña de Arucas (Gran Canaria), el restaurante La Corona de Arucas fue el lugar escogido por la pareja para celebrar su gran día. Un enclave mágico dentro de un entorno natural con vistas exclusivas a la isla.

A juego con su romántico telón de fondo, los novios apostaron por una decoración vintage con pinceladas shabby chic. Esta mezcla de estilos se fundió en armonía con la belleza propia del escenario y transmitió a la perfección aquello que la pareja deseaba reflejar: un enlace fuera de lo común, original y con mucha personalidad.

Destacaron detalles elaborados en madera, cristal, tela arpillera y cordel. También lucieron las flores en tonos vivos y nude: una combinación de colores perfecta y presente en prácticamente cada rincón del enlace. ¡Incluso el vehículo nupcial formó parte de la decoración! Regalo de dos buenos amigos de la pareja, Wael y Samira convirtieron su furgoneta californiana roja y blanca en uno de los elementos más significativos y personales de su "sí, quiero".

Además de la decoración, una estudiada selección de canciones para la boda –como la BSO de El último Mohicano o A thousand years, de Christina Perri–, el increíble vestuario que lucieron las damas de honor –trajes en tonos nude de dos piezas: camiseta y falda de tul– y el flashmob que organizaron los novios –con la colaboración de sus amigos– hicieron de la boda de Wael y Samira un día realmente inolvidable.

El equipo fotográfico de Carlos Glez. Fotógrafo se encargó del reportaje de bodas de esta fantástica pareja. ¿El resultado de su trabajo? Un sinfín de fotografías convertidas en el reflejo más real de la felicidad y el amor vividos en ese día. ¡No perdáis detalle de ello!

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