La boda de Víctor y Carmen: de una pedida inolvidable en París a un "sí, quiero" lleno de magia
Uniendo sus corazones desde la Universidad, Víctor y Carmen celebraron su sexto aniversario de novios de la mejor forma posible... ¡Casándose! Después de una pedida mágica en París, la pareja se daba el "sí, quiero" en una boda inolvidable.
Aunque ambos vivían en la Isla de Tenerife, Víctor y Carmen no se conocieron en La Laguna, mientras cada uno estudiaba su carrera y un amigo común les presentó. Desde ese momento, los jóvenes se hicieron inseparables. Después de compartir un sinfín de momentos juntos, Víctor y Carmen decidían dar el gran paso: vivir su romántico "sí, quiero" el mismo día de su aniversario. ¡6 años de relación debían celebrarse por todo lo alto!
Desde lo alto de la Torre Eiffel
Víctor y Carmen disfrutaron cada día de su relación sin pensar en un "¿y si nos casamos?". No obstante, el día tenía que llegar... Y resultó ser toda una sorpresa para ella, ¡la novia! Sin apenas imaginarlo, su chico le pidió matrimonio durante un viaje a París, desde el piso más alto de la Torre Eiffel; ante la insistencia de Víctor de querer visitar el emblemático monumento de la ciudad –y después de un rato dando vueltas y haciéndose fotos– el joven sacó el anillo y formuló la clásica pregunta. Entre risas y llantos de emoción, Carmen no solo exclamó un gran "¡sí!", también decidió la fecha de la boda: justo un año más tarde, el día de su sexto aniversario como novios.
¡Feliz sexto aniversario!
La pareja soñaba con celebrar su gran día al aire libre, en una zona de césped donde poder vivir la ceremonia y otra donde pasar la celebración. Así, Arona (Santa Cruz de Tenerife) y, concretamente, la Finca Cañada Verde, fue el lugar que cumplía todos los requisitos de los enamorados; y el elegido para su "sí, quiero".
Y aunque el cielo de Tenerife se tiñó de gris en los días previos a la boda –hecho que obligó a la pareja a tener un plan B–, finalmente pudieron disfrutar de su "sí, quiero" en un día absolutamente espectacular.
En un estilo rústico chic, con pinceladas de un romanticismo muy informal, la pareja se complementó a la perfección a la hora de realizar la decoración y cada detalle de la boda. Así, un sinfín de elementos naturales, tales como palés, velas, flores, flores silvestres, cajas de madera e, incluso, ¡tractores!, fueron los protagonistas indiscutibles del romántico escenario; detalles confeccionados con mucho mimo por los propios novios, quienes durante un año recopilaron latas y botellas que, después, convirtieron en elementos únicos de la decoración. También destacaron los regalos para los invitados: botellitas de un licor típico de La Gomera y tarritos de infusión.
Los novios dieron la bienvenida a sus invitados con botellines de cerveza. Así, y alejándose de protocolos, Víctor y Carmen consiguieron lo que tanto soñaban para su "sí, quiero": un enlace íntimo, con la gente más especial para ambos, espontáneo y dinámico. Un estupendo cóctel nupcial, llevabo a cabo por Gomeralia, que permitió a novios e invitados charlar de forma distendida durante la comida, ayudó a crear ese magnífico ambiente.
Novios con magia
Carmen soñaba con un vestido de corte midi, y así fue. Después de mucho buscar, la novia escogió un precioso vestido confeccionado por Rodrigo Piñeiro con escote corazón y manga francesa de tul, espalda abotonada y transparente, y una falda con mucho vuelo. El toque de color lo dieron sus zapatos rojos y ese "algo azul" que aportaron unos pendientes con una lágrima de Swarovski. En cuanto al cabello, Carmen apostó por un moño bajo con una pequeña corona de flores naturales de Floristería Tegueste. Un precioso ramo de flores silvestres, también de Tegueste, puso el broche de oro a su look nupcial.
Por su parte, el novio decidió vestir con un traje azul eléctrico y zapatos negros. Como sorpresa, Víctor lució un bonito prendido de paniculata y una rosa roja, a juego con el ramo de la novia.
De este mágico día fue testigo el equipo fotográfico de Alma y Arte. Con su fantástico trabajo, consiguió reflejar, en cada una de las fotografías, toda la felicidad vivida ese día.
No perdáis detalle de este día lleno de vida, color y ¡amor!