La boda de Toni y Marta: de un cruce de miradas a un "sí, quiero" de ensueño

Toni y Marta sabían el uno del otro. Ambos jóvenes habían coincidido en más de una ocasión, pero su relación no había pasado más que de un cruce de miradas... miradas que, por aquel entonces, ya hablaban por sí solas. Así, finalmente llegó ese día, el instante en el que todo encajó para que Toni y Marta comenzaran a charlar. Un encuentro en la discoteca en la que el joven trabajaba propició ese instante... el principio de un largo camino que, sin saberlo todavía, recorrerían juntos y de la mano.

Durante una romántica comida

Tras vivir un sinfín de experiencias durante su relación, el amor entre Toni y Marta estaba más fortalecido que nunca. Ambos habían creado un vínculo, una fusión... la pareja ya era amiga y compañera, y su relación se basaba en una complicidad única. Por ello, y después de vivir varios enlaces de amigos, llamó a sus puertas el gusanillo de darse el "sí, quiero"... y fue Toni el que dio el gran paso, como no podía ser de otra forma: después de una romántica comida, el plato final y el más dulce no sería el postre, si no el momento en el que el joven sacó de su bolsillo el anillo de pedida. Por supuesto, Marta no dudó ni un segundo en responder con un gran "¡sí!".

En ese instante, comenzó su aventura.

Sencillez, comodidad y naturaleza

Los jóvenes lo tenían claro: querían una boda sencilla y bonita, en la que sus invitados se sintieran cómodos, como en casa. Y, sobre todo, buscaban que la naturaleza adquiriera un sentido especial, siendo la protagonista absoluta de su escenario... y así fue. 

Tras mucho meditarlo, Toni y Marta escogieron la localidad de Arbúcies (Gerona) para celebrar su romántico día. Concretamente, la pareja se decidió por un lugar muy especial, una bella masía dentro de un entorno privilegiado: Can Riera de la Pineda.

Los enamorados tenían claro que su boda debía ser de estilo rústico, pero siempre bajo un sinfín de pinceladas llenas de personalidad; destacaron varios detalles hechos de madera, pizarra, vidrio, cordel, telas y mimbre. Del mismo modo, la pareja quiso hacer un guiño a esos seres queridos que ya no podían estar en ese día tan especial, y por ello vistieron el escenario con las flores favoritas de sus abuelas. 

Para amenizar el convite y la fiesta postboda, los novios apostaron por un estilo de música un tanto peculiar pero que, sin duda, logró reflejar por completo el estilo de ambos: el drum anb bass. ¡Todo un éxito!

Cómodos, sencillos y ¡auténticos!

Para su boda, el novio escogió un traje de estilo clásico con un estampado de cuadros que consiguió dar un toque diferente en su look. Por su parte, la novia se decidió por un vestido de estilo boho chic de YolanCris en un tono beige, que complementó con unas sandalias con algo de tacón, un peinado sencillo, un maquillaje muy natural y una corona de flores en forma de pulsera y atada a su muñeca como ramo. ¡Auténtica y absolutamente radiante!

Divertida, alegre y diferente

Toni y Marta se plantearon disfrutar de sus más queridos desde el minuto cero en su gran día, y así lo consiguieron. La pareja logró hacer de su enlace un gran día lleno de momentos únicos; una boda divertida, alegre y completamente diferente. De todo ello fue testigo el equipo de Elena Zapata Fotografía. Gracias a un trabajo exquisito, hoy en día la pareja cuenta con un sinfín de recuerdos en forma de imágenes llenas de luz, vida y ¡puro amor! No perdáis detalle de ellas... ¡Os enamorarán por completo!