La boda de Tania y Ángel: un amor de verano convertido en un "sí, quiero" de ensueño
¿Quién diría a esta pareja de enamorados que su historia acabaría cambiando sus vidas por completo? El pueblo de los abuelos de Ángel, en Granada, fue el escenario que presenció su primer encuentro... así como un "sí, quiero" mágico.
En ocasiones, los amores de verano van mucho más allá, convirtiéndose en relaciones auténticas y duraderas, y la historia de Tania y Ángel es un claro ejemplo de ello. Y es que, quién le diría a Ángel –procedente de Cataluña– que el pueblo granadino de sus abuelos, La Puebla de Don Fabrique, le brindaría la oportunidad de conocer al amor de su vida, una hermosa mujer de ojos claros, prácticamente transparentes.
Así, el joven catalán acabó haciendo de su tradicional lugar de veraneo el escenario que acogería su gran cita. Tania le robó el corazón y pasados los años –y ya afincados ambos en Barcelona–, de nuevo La Puebla de Don Fabrique cobraría protagonismo en sus vidas, pues qué mejor escenario que aquel lugar que vio nacer su idílica historia para dar un paso más en su relación: celebrar su boda.
Un entorno excepcional: lo mejor de La Sagra y del Parque de Cazorla
Así, la pareja escogió el primer sábado de agosto para su enlace, haciendo coincidir su "sí, quiero" con el día de su aniversario de novios. Los Collados de la Sagra –un lugar excepcional y en perfecta sintonía con su entorno: la Sierra de la Sagra y del cercano Parque Natural de Cazorla– se convirtió en el imponente escenario natural que acogió su romántica cita.
En una fluida armonía de acabados rústicos y naturales, Tania y Ángel celebraron un enlace civil absolutamente emotivo, en el que nadie pudo contener las lágrimas de emoción.
El azul y el blanco destacaron en una decoración basada en un estilo campestre inconfundible, con toques shabby chic y románticos. La madera, las flores y las luces cálidas de verbena fueron las protagonistas de su escenario, en el que también destacaron la imponente alfombra roja que dio la bienvenida a los novios ante el altar, y las preciosas vistas del escenario granadino. Ana Millán fue la encargada de conseguir la excepcionalidad en cada detalle de la decoración, mientras que Cristina floristas llevó a cabo los arreglos florales que cubrieron cada rincón de la boda.
En cuanto al cóctel, destacó la excelencia de una cocina buena y elaborada, en la que adquirieron gran protagonismo los productos de la tierra, los quesos y el sushi. El baile puso el broche de oro a un fiesta nupcial única, gracias al ritmo de la banda Duo Gala.
Look nupcial de ensueño
Ambos novios lucieron radiantes en su gran día. Ángel apostó por un elegante traje de Scalpers en un tono azul eléctrico. Y Tania lució un precioso vestido de la diseñadora parisina Laure de Sagazan, de estilo slow, que dejaba entrever la belleza de su espalda. Lo complementaron unos zapatos en tono nude empolvado de estilo bailarina y algunas pulseras. En cuanto al maquillaje, se decantó por una opción suave y luminosa, que Ana Reinón realizó a la perfección. Y Piedad Peluquera acertó de lleno con un recogido desenfadado con detalles trenzados y una preciosa corona de flores.
El broche de oro a su look lo puso el ramo de Flowers by Bornay, compuesto por flores pintadas a mano en tonos dorados, detalles mint y rosados, en un claro guiño a las profundidades del Mediterráneo.
Un "sí, quiero" difícil de olvidar
De este gran día tuvo el placer de ser testigo el equipo fotográfico de Míriam Alegría quien, a través de unas fotografías llenas de luz y color, reflejó a la perfección el sentimiento protagonista en el gran día de Tania y Ángel: el amor verdadero. ¡No os perdáis detalle de esta brillante boda!