La boda de Sonia y Josh: un romántico "sí, quiero" inspirado en la ciudad de Las Vegas
Como novios, Sonia decidió hacer un viaje por Sudamérica. A su vuelta, Josh la esperaba con una pregunta que cambiaría sus vidas; tras el "sí, quiero", la pareja celebró una boda donde el dorado, Las Vegas y su perro Mojito fueron los protagonistas.
Alcalá de la Jovada, un pequeño pueblo de la Comunidad Valenciana –lugar donde vivía Josh y los abuelos de Sonia–, vio nacer un amor único y verdadero. Ambos jóvenes se conocían de veranos anteriores, pero no sería hasta la llegada de una celebración de fin de año cuando Sonia y Josh se darían cuenta de todo lo que debían vivir juntos. Una divertida anécdota desencadenaría el resto de su inolvidable historia, y es que en plena fiesta Sonia fue a mostrar su descontento al disc jockey por no poner buena música. Cuál sería su sorpresa al encontrarse como DJ a aquel chico que acabaría convirtiéndose en el amor de su vida. Así, la última noche del 2007 terminó vaticinando un amor de película. Desde ese instante Sonia y Josh decidieron no separarse nunca... Y así pasaron ocho magníficos años de relación.
Esos años de noviazgo fueron tan inolvidables que Josh no dudó ni un instante en formular la romántica pregunta –tan deseada por su chica desde el día en que lo conoció–. Después de volver de un viaje de dos meses por Sudamérica, Sonia fue recibida por Josh, quién –tras meses de nervios preparando la gran sorpresa– declaró de nuevo su amor seguido de un "¿quieres casarte conmigo?". Indudablemente, la respuesta de su chica fue un enorme "¡sí!".
El hotel Buenavista – Gourmet Catering & Espacios, una preciosa finca del siglo XIX situada en Partida del Tossalet, en Denia, Alicante, fue el lugar escogido por la pareja para vivir su inolvidable día B. Entre un sinfín de rincones maravillosos, jardines y espacios naturales de absoluto privilegio, Sonia y Josh se convirtieron en marido y mujer al aire libre un espléndido 25 de junio.
La pareja soñaba con una boda tan especial como su relación y en la que reinara por completo el DIY. Detalles como paipais, pañuelos "solo para lágrimas de felicidad", kits anti-resaca y, en conjunto, toda la decoración nupcial, se caracterizaron por ser handmade. Así, tanto Sonia como Josh lograron que su amor, sus ganas e ilusión por el esperado día y el cariño que sentían hacia todos sus invitado, estuvieran presentes hasta en el más mínimo detalle del enlace. Por otro lado, la pareja quería que toda la boda fuera el reflejo más nítido de su amor y de ambas personalidades. Por ello, apostaron por un enlace alejado de convencionalismos, donde la originalidad brilló en todo momento. Empezando por unas invitaciones de boda interactivas, Sonia y Josh pidieron a sus amigos más cercanos que fueran damas de honor y groomsmen mediante un juego de cajitas. Así de especial fue el inicio de su enlace y así continuó. En una boda en la que asistieron invitados de un total de diez nacionalidades, la pareja optó por una celebración bilingüe –en inglés y en español–, lanzó globos después de la ceremonia, creó un vídeo–confesionario y contó con la presencia de otros básicos originales, como una mesa de dulces –por lo que decidieron prescindir de tarta nupcial–, fotografías polaroid, árbol de huellas y un fantástico photocall inspirado en la ciudad de Las Vegas –espacio en el que transcurriría gran parte de la fiesta postboda debido a su ferviente éxito–.
Ambos novios lucieron radiantes en su gran día, con dos looks nupciales que tuvieron como hilo conductor el color dorado. La novia apostó por un vestido de corte princesa con bordados de hojas doradas y por un ramo tropical de colores vivos, que puso el broche de oro y color a su increíble vestuario. Josh, por su parte, se decantó por un precioso chaqué en tonos azules y por una pajarita en tonos dorados. Esa misma pajarita la lució la mascota de ambos, Mojito, un precioso perro que se convirtió en el auténtico rey del evento.
El equipo fotográfico de Click and Pum pudo hacerse eco de uno de los días más maravillosos de Sonia y Josh, y de todos aquellos que fueron testigos de su inolvidable "sí, quiero". Una celebración mágica donde los detalles más personalizados, el reflejo del amor auténtico y la felicidad radiante de novios e invitados hicieron del enlace algo único... Conocedlo con este fantástico reportaje de boda.