La boda de Selene y Carlos: más que un "sí, quiero", una ¡gran fiesta!
Selene y Carlos se conocían de siempre, aunque nunca surgió la chispa entre ellos... ¿Nunca? Tras un encuentro, ambos vieron que estaban hechos para estar juntos. ¡Y así fue! Tras 7 años de amor, celebraron una boda emotiva, divertida e ¡inolvidable
Aunque Selene y Carlos se conocían de toda la vida, lo cierto es que nunca llegaron a mantener una gran relación. No obstante, llegó el día en el que, casualidad o destino, ambos coincidieron y comenzaron a charlar... dándose cuenta que estaban hechos el uno para el otro. ¡Surgió el amor de la forma más inesperada!
Así, y tras 7 años inolvidables de relación, ambos decidían dar un paso más y formalizar su amor ante el altar. Y, aunque la decisión fue tomada de mutuo acuerdo, Carlos no quiso dejar escapar la ocasión de pedir matrimonio a su chica de una forma diferente y romántica: durante un desayuno íntimo antes de ir de viaje, el joven preparó ese momento inolvidable. Por su puesto, la respuesta de Selene fue un indudable y gran "¡sí!".
Un "sí, quiero" muy propio
La pareja soñaba con celebrar un enlace completamente personalizado, que lograra reflejar al detalle cada destello de ambas personalidades. ¡Y así fue! Para ello, apostaron por vivir la ceremonia en la iglesia parroquial de Covelas, en Covelas (Ourense), y la celebración en la aldea rural Couso-Galán, en la misma localidad gallega.
Así, dentro de un entorno increíble y un marco natural incomparable, los enamorados aprovecharon el verde natural de su romántico telón para decorar su "sí, quiero". De esta forma, apenas necesitaron decoración; ¡la belleza ya estaba presente! Acabando de vestir su escenario con pequeños detalles de estilo rústico chic, los novios lograron transmitir una esencia exquisita, natural y personalizada en su gran día.
Además, tanto Selene como Carlos tenían claro que querían hacer partícipes del "sí, quiero" a todos sus invitados. Por ello, decidieron apostar por una celebración algo alocada, donde la música y el baile adquirieran gran protagonismo. De esta forma, lograron que sus más queridos se sintieran como en casa, pasándoselo en grande en lo que fue un día inolvidable para todos.
Exquisitez
Absoluta elegancia, así se definiría el look que ambos novios lucieron en el esperado día B.
Selene apostó por un vestido de corte princesa, aunque con poco volumen, y un juego de encajes perfecto en la parte superior del cuerpo. ¡Completamente bella! Complementó su look con un bonito recogido y un ramo de peonías rojas. Por su parte, Carlos, algo más clásico, se decidió por un traje en tonos oscuros, camisa blanca y pajarita.
Más que una boda, ¡toda una fiesta!
Como decíamos, la música y el baile adquirieron un sentido relevante y especial en el gran día de Selene y Carlos, que convirtieron su "sí, quiero" en una auténtica fiesta. De esta mágica y romántica cita fue testigo el equipo de Phototeca B&N, que realizó un reportaje fotográfico único: ¡no perdáis detalle!