La boda de Saray y Juan Manuel: el amor y la pasión no entienden de edades
Estos enamorados se dieron cuenta de que el destino los había llevado donde debían estar: juntos para siempre. Descubrid la historia de amor de Juan Manuel y Saray, y todos los detalles de su "sí, quiero" en la isla de S'Arenella. ¡Magia!
Muchos tiempo atrás, antes de que se dieran cuenta de que estaban hechos el uno para el otro, Juan Manuel y Saray ya se conocían. A Saray siempre le pareció que Juan Manuel –el hermano pequeño de una de sus mejores amigas– era un niño guapísimo, con unos preciosos ojos verdes y una simpatía natural. Pero a su vez, a pesar de que lo consideraba maduro para su edad, los cuatro años de diferencia que había entre ellos le parecían un abismo...
Con el paso del tiempo, el niño rubito se convirtió en un hombre apuesto que apuntaba maneras. Aún así, los dos tenían sus vidas y coincidían poco, pero el destino les regaló la oportunidad de encontrarse y que triunfara el amor. En Cadaqués (provincia de Gerona, Cataluña), "el pueblo más bonito del mundo" para ellos, nació una estrecha amistad que no tardó en convertirse en el amor más intenso y apasionado que ninguno de los dos había vivido hasta entonces. Así, Saray y Juan Manuel, con la total certeza de querer pasar el resto de sus vidas juntos y tras dos años de relación, tomaron la decisión de tener un hijo y se convirtieron en padres de Aitor y en dueños de miles de planes de futuro y de infinidad de ilusiones por compartir de la mano.
S'Arenella los persuadió...
Esta pareja no tenía planeado casarse, si bien era una idea que siempre quedó en el aire. Tenían claro que si un día se decidían a darse el "sí, quiero" sería en Cadaqués, concretamente en una pequeña isla con muchísimo encanto. S'Arenella es una isla privada ubicada en la bahía de este encantador pueblo. De forma circular y con una superficie de 2,5 hectáreas –casi en su totalidad de piedra–, la mitad norte está ocupada por un palacete actualmente restaurado que cuenta con espacio ajardinado y piscina donde –a pesar de que antaño se celebraban fiestas de fama internacional– hoy en día algunos pasan las vacaciones o celebran eventos, como bodas.
Un día fueron a la isla junto a un amigo y se sintieron invadidos por un sensación indescriptible, efecto de la mezcla entre la vegetación y el mar que define el paisaje idílico. De tal manera les hechizó el lugar que no pudieron irse sin antes concretar una fecha para ese mismo año. No obstante, entre preparativos, más tarde hubo una inesperada pedida de mano que Saray recuerda como uno de los momentos más felices vividos jamás.
"Sí, queremos first look"
A sabiendas de que su gran día pasaría muy rápido y decididos a exprimirlo al máximo con las personas que los acompañarían, Saray y Juan Manuel se decantaron por el first look como mejor opción para no perderse el aperitivo y los primeros brindis con la familia y los amigos. En uno de los rincones más espectaculares de la isla, Juan Manuel esperó con los ojos vendados a Saray... Cuando ella llegó y se mostró como novia, ambos –súper emocionados– se fundieron en besos y abrazos. ¡Las imágenes hablan por sí solas!
Porque los detalles marcan la diferencia
Para que todo saliera tal como soñaban, la pareja contó con la ayuda incondicional del equipo de wedding planners de Creative & Love, que los ayudó en toda la organización. Así, en un contexto único, celebraron una ceremonia civil decorada en blanco y rosa palo. Mención aparte merece la entrada del novio al son de "Experiencias de un batracio" de Extremoduro, ¡un tema especial del grupo que la pareja considera banda sonora de su relación!
Y, una vez hecha la promesa de pasar el resto de sus días juntos, tuvo lugar el aperitivo, el banquete al aire libre y, por descontado, ¡el baile! Una delicada decoración compuesta por detalles sencillos pero muy cuidados lo fundió todo de romanticismo. Destacó especialmente un camino con fotos colgadas en un cordel que pretendía que todos los invitados se sintieran partícipes de momentos especiales. Además, ¡se las podían llevar si les apetecía!
Unos novios distinguidos y combinados
Saray y Juan Manuel lucieron impecables. Ella se decantó por un vestido de novia de St. Patrick de corte princesa, escote corazón y cuerpo de seda salvaje, rematado con perlas. Lo acompañó con unas cuñas de esparto de Castañer, de un ramo compuesto por paniculatas multicolor y de un peinado muy habitual en ella: una trenza ladeada que, en esta ocasión, complementó con una fina corona plateada.
Por su parte, Juan Manuel optó por un traje azul marino y camisa blanca de Hugo Boss, que customizó con un toque casi imperceptible pero original: cambió el pespunte de los ojales de los botones de azul a rosa. Como complementos del outfit: zapatos de piel marrones, pajarita rosa y un boutonnière a juego con las flores del ramo de novia.
Las postales del día B
No os perdáis la selección de fotografías del álbum de boda de esta pareja. Descubriréis la autenticidad y profesionalidad de Cassú Fotògraf, el responsable de captar para siempre todo el encanto del día que Juan Manuel y Saray se convirtieron en marido y mujer. ¡Una jornada inolvidable para los absolutos protagonistas y todos los que los acompañaron!