La boda de Sara y Jordi: preciosos colores otoñales
Con una hermosa luz y colores cálidos se creó la ambientación perfecta para una boda rústica llena de momentos inolvidables. Un enlace cuidado hasta el mínimo detalle e ideal para celebrar el amor de la joven pareja.
Todo empezó en 2014 en la ciudad de Vic (Barcelona). Allí nació la preciosa relación de Jordi y Sara y, después de dos años y medio viviendo increíbles experiencias juntos y creciendo como pareja, decidieron dar un paso más y sellar su amor delante de todos sus seres queridos.
La pedida de mano fue orquestada por Jordi, creando el mejor regalo para la despedida de los 29 y la llegada de los 30 de Sara. Después de una jornada llena de sorpresas, la llevó a uno de sus rincones favoritos y le pidió si se quería casar con él. La respuesta no podía ser otra que un emotivo: "sí, quiero". Para poner punto final al espectacular cumpleaños, pasaron la noche en una casa rural cerca de Girona.
Un mágico 28 de octubre
La naturalidad predominó en todos los momentos del gran día. La noche anterior la pasaron juntos terminando de revisar todos los detalles con el catering y, después, cenando con amigos en el mismo municipio de la boda. Por esta razón, la mañana del enlace pudieron compartir el desayuno, el perfecto instante para despedir su noviazgo y dar la bienvenida a uno de los días más bonitos de sus vidas.
Toda la boda tuvo lugar en Mas Can Ferrer, situado en la población de Arbúcies, Girona. El escenario ideal para un enlace al aire libre, ya que los mismos colores de la naturaleza aportaron las tonalidades otoñales que predominaron durante el gran día.
En medio de sus preciosos jardines se celebró la ceremonia oficiada por la hermana de Jordi y uno de los mejores amigos de la pareja. Esta estuvo llena de momentos emotivos y bonitas palabras que emocionaron a todos los presentes. Cuando finalizó, entre una lluvia de arroz y confeti dorado, los novios se dirigieron a una rápida sesión fotográfica donde fue posible capturar las increíbles expresiones de felicidad que tenían. ¡Desbordantes de amor!
Sabores exquisitos
A continuación, todos los invitados se encaminaron hacia el aperitivo y, gracias al buen tiempo que acompañó todo el día, lo pudieron realizar en el exterior mientras saboreaban deliciosas recetas preparadas por el catering 21 de Marzo. Entre ellas: papel pizza, terrina de foie con pan de especies, steak tartar con mayonesa de coñac, pulpo con espuma de panceta... La oferta se completó con tres bufets de diferentes temáticas: uno de carnes gallegas, uno marinero y otro de quesos acompañado de un maridaje de vinos.
La experiencia gastronómica continuó en una de las hermosas salas de Mas Can Ferrer, donde se sirvieron deliciosos platos, como canelón de pato trufado, meloso de ternera y, como punto final, una mesa de dulces llena de increíbles postres. Durante el banquete hubo muchos momentos inolvidables, entre ellos, el juego de preguntas que prepararon los amigos para la pareja recién casada. ¡La diversión estuvo asegurada!
De colores otoñales y estilo rústico
La decoración del gran día estuvo llena de elementos naturales y rústicos pensados al detalle para que representaran a la perfección los gustos de la joven pareja. La empresa 21 de Marzo fue la encargada de cada uno de los magníficos detalles que acompañaron los momentos clave del enlace, desde las ramas que enmarcaron el pasillo hacia el altar hasta las calabazas que destacaron los colores cálidos del otoño.
¡Guapísimos!
El outfit de Sara deslumbró por su elegancia y sencillez, acentuando así su belleza natural. El vestido de novia era de la firma Pronovias, un modelo blanco de manga larga con un precioso escote en la espalda. El punto de color lo aportaron el tocado de flores y el ramo de novia silvestre confeccionado por 21 de Marzo. También destacaron los bonitos zapatos de color rojo burdeos de Adolfo Domínguez.
En cambio, Jordi se decantó por un traje y unos zapatos negros de Hugo Boss, que conjuntó con una divertida pajarita de Manuel Ritz.
Para terminar el gran día y disfrutar del baile, los dos cambiaron los zapatos por unas deportivas que fueron a comprar juntos. ¡Pura originalidad!
Se respiraba felicidad
Sara y Jordi cuidaron hasta el más mínimo detalle, como se puede ver en cada una de las fotografías que realizó Mon Amour Wedding Photography. Imágenes llenas de encanto y amor que enternecerán vuestros corazones.
