La boda de Sandra y Guille: encontraron al compañero de vida perfecto

Aunque se conocieron durante la adolescencia en Ibiza –lugar en el que ambos residían– Sandra y Guille no volverían a coincidir tras pasar más de 11 años. La decisión de la joven de mudarse a Barcelona para continuar sus estudios separó sus caminos de forma drástica. No obstante, el destino estaba escrito para esta pareja de jóvenes: debían estar juntos... y así fue. 

Cuando Sandra regresó a su ciudad natal, el reencuentro con Guille hizo más latente esa complicidad que, lejos de extinguirse, cada vez era más fuerte. Después de varios meses, los jóvenes decidieron comenzar una relación de amor. Así, y tras 5 años compartiendo sus días, Guille daba un paso más allá. 

Ambos habían encontrado a su perfecto compañero de vida. Eso era en un hecho. Por ello bromeaban día sí y día también con la idea de casarse... Hasta que llegó el momento en que esa broma cogió forma: un día de lluvia en el que Sandra y Guille se disponían a salir hacia una comida familiar, la joven se giró después de ponerse sus botas de agua. Y, sí. Allí estaba él. Guille, con un cajita en la mano y dispuesto a declararse, una vez más, al amor de su vida. ¡De cuento!

Atzaró fue su lugar

Sandra y Guille hicieron de Ibiza el escenario de su "sí, quiero". Concretamente, no pudo ser otro el lugar más que Agroturismo Atzaró, en Santa Eulália del Río (Ibiza), donde ambos ya habían compartido varios momentos juntos. Lo hicieron el 23 de abril: día de los enamorados en Cataluña –ya convertida en la segunda tierra de la novia– y el Día del Libro –una fecha más que significativa para una lectora empedernida como ella–.

Así, en medio de un campo ibicenco repleto de aromas de azahar, romero y lavanda, y decorado al más puro estilo de la isla con techos de sabina y paredes encaladas, la pareja se dio el "sí, quiero". 

La naturaleza resultó ser un elemento clave en el enlace de Sandra y Guille. Por ello, ambos apostaron por celebrar la ceremonia en medio de un jardín de olivos característico de la finca. Pensando cada uno de sus detalles, y con la ayuda de las chicas de Cásate Conmigo, la pareja logró hacer de cada rincón un pedazo de su historia. Siguiendo una línea rústico chic y vintage, los enamorados vistieron su escenario con algunas pertenencias de familiares, así como con detalles de madera, tinas de latón, porcelana y, ¡cómo no! Siguiendo la pasión de Sandra por la lectura, algunos de los pasajes de Alicia en el País de las Maravillas se convirtieron en los perfectos centros de mesa que la pareja complementó con tacitas, llaves y relojes.  

Rindiendo homenaje al día de Sant Jordi, la pareja apostó por realizar el ritual de las rosas en el altar.

Tras la ceremonia, novios e invitados pudieron disfrutar de un delicioso cóctel de la mano de Agroturismo amenizado con canciones clásicas de rock internacional, en clave de jazz y bossa nova. Más tarde, una vez adentrada la noche, todos pudieron disfrutar de la velada gracias a la discoteca privada de Arzaró. ¡Inolvidable!

¡Únicos!

La novia escogió el modelo Beirut de la colección Ritual Lovers de Otaduy. Un delicado vestido en tono blanco roto con un corte muy romántico, bordado con giupur sobre una falda de seda. Sencillo pero lleno de personalidad. El novio, por su parte, escogió un precioso traje en tonos azulados de chaleco y chaqueta, y camisa blanca.

Emociones a flor de piel

De este maravilloso día, en el que novios e invitados vivieron un sinfín de emociones, fue testigo el equipo fotográfico de Ibiza in Love. Gracias a un reportaje exquisito y a unas imágenes llenas de luz, que no transmiten más que el amor y la felicidad idílica vividos en ese día, hoy tenéis todo cuanto necesitáis para inspiraros en un "sí, quiero" lleno de magia. ¡Enamoraos!