La boda de Salva y Alba: cuando el baile y el amor van de la mano
El destino quiso que Salva y Alba se conocieran como pareja de baile y, de esta bonita pasión compartida, naciera un amor de película. Así, y después de tres años viviendo un intenso noviazgo, ambos enamorados se daban el "sí, quiero" frente al mar.
El baile y el amor van de la mano, y la relación de Salva y Alba así lo demuestra. Ambos jóvenes se conocieron bailando, y la escuela Mojito de Terrassa se convirtió en el escenario que presenció el nacimiento de un amor único... Y todo gracias a una bonita coincidencia: en el momento en el que Salva ensayaba la coreografía para una exhibición de salsa, Alba aparecía por la escuela, donde le proponían ser pareja de baile de Salva hasta el día de la exhibición –pues su pareja inicial no podía asistir–. Así, el día que bailaron juntos por primera vez sería el inicio de su bonita historia de amor.
Una pedida con anécdota incluida
Pasados tres años viviendo un noviazgo de ensueño, Salva se lanzaría a dar el gran paso... Con los nervios a flor de piel, el joven le preparó a su gran amor una cena sorpresa en el Asador de Aranda (Barcelona). Y aunque su primera idea era pedir matrimonio a Alba dentro del restaurante, la vergüenza hizo que tardara y acabara sacándole el precioso anillo de compromiso dentro del coche, después de cenar. Así, entre un sinfín de emociones y risas de felicidad, y después del rotundo "sí" de la joven, ambos enamorados lo celebrarían al son de la música y del sabor de unos cócteles.
La boda soñada en la playa
El paseo maritimo de Canet de Mar y, concretamente, B Takora Lounge Restaurant, permitieron hacer realidad el sueño de Alba, quien, desde bien pequeña, deseaba dar el "sí, quiero" a pie de playa. Así, en una preciosa ceremonia a orillas del mar y de la costa del Maresme, Salva y Alba unían sus corazones para siempre el 22 de agosto de 2015. Y en la búsqueda de un enlace diferente, donde ambos pudieran romper con lo tradicional haciendo suyo el lugar y sintiéndose ellos mismos, Salva y Alba lograron celebrar una boda única, en la que el valor del amor, la amistad y la familia cobraron un sentido especial. El escenario de su enlace fue determinante a la hora de poder hacer realidad la boda de sus sueños. Personalizando cada rincón del restaurante con una decoración de plena esencia ibicenca y hippie, y haciendo un guiño a los elementos del mar, el blanco y el azul cubrieron cada detalle, mientras que el cristal, la madera, la pizarra y diferentes telas –como el tul, la seda o la arpillera–, se convirtieron en los grandes protagonistas del espacio. Del mismo modo destacó la furgoneta de estilo vintage con la que los novios realizaron un precioso postboda, así como el photocall –obra de Wild Spirit Weddings–, inspirado en el propio vehículo nupcial.
Look boho para los novios
Tanto novios como invitados vistieron de blanco en una ceremonia que culminó con el romántico ritual de la arena. La novia, por un lado, brilló con luz propia con un precioso vestido crudo de estilo hippie, alpargatas y un tocado que cubría un peinado boho chic rizado. El novio, por su parte, apostó por un traje de lino, a juego con una preciosa camisa blanca del mismo material y unas zapatillas de esparto. Del mismo modo fue especial el banquete nupcial, pues todos contaron con la libertad de sentarse donde quisieran durante la comida de boda que acabó con una sensual bachata y una salsa de infarto bailada por los propios novios.
Bailando descalzos sobre la arena... Esta inolvidable boda no podía tener mejor final. De todo ello fue testigo el equipo fotográfico de Cristina Illán, quien supo capturar al detalle cada gesto de complicidad entre los recién casados, así como la felicidad absoluta que reflejaron todos los asistentes... Hablamos del reportaje fotográfico de un "sí, quiero" absolutamente especial, del que no os podéis perder detalle.