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Bodas

La boda de Rubén y Joanna: 15 minutos de conversación bastaron para que surgiera el amor

En invierno de 2005 la casualidad, o el destino, quiso que Rubén y Joanna coincidieran. A pesar de no conocerse hasta el momento, apenas 15 minutos de conversación bastaron para que entre ambos surgiera la chispa... ¡Una historia de amor verdadero!

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Bcn45

Gracias a una amiga en común y un fin de semana en el pueblo de esta, Joanna conocería al amor de su vida. ¿Quién diría a unos jóvenes que en invierno de 2015 sus vidas cambiarían por completo? Así fue. Durante su visita, Joanna pudo conocer a todos los amigos con los que su amiga solía salir... y, entre ellos, estaba él: Rubén. Después de las respectivas presentaciones, 15 minutos de conversación bastaron para que ambos se dieran cuenta que estaban hechos el uno para el otro. 

Después de 12 años, la historia sigue. Su amor cogió fuerza y a los 10 años decidieron dar un paso más: ¡casarse!

Felices 30

A pesar del tiempo que llevaban juntos, lo cierto es que la pareja no se había planteado darse el "sí, quiero" ante el altar. No creían en ello, o más bien no eran tradicionales ni muy soñadores del momento... Hasta que llegó el gran día.

Para el 30 cumpleaños de Joanna, Rubén no dudó en darle la mejor de las sorpresas. Así, el joven se presentó en casa de su chica y, aunque los nervios le pudieron por un momento, rápido reaccionó acercándose a su habitación, arrodillándose y entregándole un precioso anillo de pedida. Todo al compás de una declaración de amor única. Sin pensarlo, la reacción de sorpresa de Joanna fue seguida de un enorme e indudable "¡sí!".

Íntima y campestre

Así fue la boda de Joanna y Rubén, un enlace que brilló por su sencillez y absoluto romanticismo. La Fassina de Jafre, en Olivella (Barcelona), fue el escenario escogido por la pareja para darse el "sí, quiero". En una preciosa masía situada en un rincón del parque natural del Garraf y con un característico olor a mar, los enamorados pudieron cumplir con todo lo que deseaban para su gran día: celebrarlo con sus íntimos, rodeados de naturaleza y con la presencia de sus perros.

El espacio resultó ser tan bonito y natural que apenas necesitó adornos. De esta forma, la poca decoración que los novios incluyeron –siempre con la ayuda incansable de Laura de Happy Beginnings– se integró de forma perfecta con el escenario: flores silvestres, detalles de madera, pizarras, comida para pájaros en sustitución al clásico confeti y un sinfín de fotografías fueron los elementos protagonistas del escenario. ¡La magia de un resultado cuidado e impecable!

Sencillos y radiantes de felicidad

Ambos novios lucieron auténticos, sencillos y absolutamente felices en su gran día... como no podía ser menos. 

Joanna apostó por un precioso vestido corto de corte recto, con detalles de pedrería minúscula y un escote en V de infarto. ¡Pura belleza! Complementó su look con unos zapatos de Eduard Castillo, un semirecogido muy sencillo y un precioso ramo de estilo rústico. Por su parte, Rubén se decidió por un bonito traje en tonos claros de Zara y unos zapatos Scalpers

Todo salió tal y como soñaban

La boda de Joanna y Rubén no dejó indiferente a nadie. Sin duda, de esa sencillez nació un día mágico y absolutamente inolvidable. Un día de amor, felicidad, amistad y familia. La esencia de este "sí, quiero" tan especial quedó grabada en el objetivo de las cámaras del equipo fotográfico de Bcn45, que no perdió detalle de nada y consiguió guardar cada detalle en el recuerdo... Un recuerdo imborrable en forma de imágenes únicas. ¡No perdáis detalle!

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