La boda de Rafa y Susana: "Desde que nos conocimos supimos que teníamos que estar juntos"
Tras varios pasos de salsa, Rafa y Susana comenzaban una historia de amor que parecía estar escrita. Su visible complicidad y unas miradas que se perdían en sí mismas, fueron el principio de una relación única, divertida y llena de magia.
La historia de esta bonita pareja se remonta a mayo de 2012, cuando la casualidad quiso que a ambos les entrada el gusanillo por querer aprender salsa. Y así, en su primer día de clase, Rafa y Susana coincidieron y comenzaron a bailar… el primero de un sinfín más de bailes juntos.
Rápido se dieron cuenta de su gran complicidad. Tanto en la pista como en lo personal, Rafa y Susana estaban convencidos: el destino les había puesto en el camino y ellos debían tomar las riendas de su historia. Y así lo hicieron.
Halloween: la noche más terrorífica y especial
Tras tres años y medio construyendo una vida juntos, Rafa quiso pedir matrimonio a la que ya se había convertido en la mujer de su vida. Y lo de hizo de una forma tan única y especial como lo era su relación: aprovechando una fiesta de disfraces que la pareja había organizado en su casa para celebrar la noche "más terrorífica" del año, Halloween.
Con amigos y familiares como invitados, y absolutos testigos del gran momento, Rafa –disfrazado del personaje de Jareth de la película "Laberinto"– le declaró su amor a Susana –radiante con su disfraz de Maléfica–. Una pedida cuanto menos curiosa, seguida de un indudable "¡sí!".
Una boda inspirada en los años 20
La pareja decidió darse el "sí, quiero" entre la belleza natural de los jardines de una finca malagueña –concretamente en Alhaurín de la Torre–, y seguir con su romántica fiesta en un restaurante de la misma localidad.
Sin duda, el rasgo más distintivo del enlace de Rafa y Susana fue su temática, que logró transportar a novios e invitados a los mismísimos años 20. Bajo un manto de estilo rústico, que se fundía a la perfección con las características de ambos escenarios de celebración, la pareja animó a sus más queridos para que lucieran espléndidos trajes de fiesta inspirados en el Gran Gatsby. Y así lo hicieron.
La decoración, elaborada por los propios novios, eclipsó todas las miradas. Detalles tales como los centros de mesa, el seating plan, la mesa de dulces e incluso la papelería nupcial, destacaron por sus colores otoñales, por la milimétrica fusión con el estilo rústico y, cómo no, por la originalidad de su elaboración. Un 10.
Un "¡sí, quiero!" entre disfraces
Por supuesto, los invitados no podían ser los únicos que lucieran espectaculares de los años 20. ¡Los novios también lo hicieron!
Susana brilló única. Lo hizo decantándose por un precioso vestido de manga larga de color champagne y unos zapatos estilo oxford de color camel y chocolate. Como peinado, la novia lució un recogido con ondas, que complementó con un tocado de perlas y plumas. El broche de oro a su look lo puso un bonito ramo de flores blancas de calluna, así como un abanico repleto de plumas. ¡Como no podía ser menos!
El novio, por su parte, se decidió por un traje gris oscuro y un chaleco cruzado de tela escocesa, bombín, zapatos negros con picado, así como por otros complementos muy de la época como un reloj de cadena o un paraguas.
Un día para no olvidar
Si una boda siempre es difícil de olvidar, ¿qué sucede cuando esta viene acompañada de originalidad, naturalidad y diversión? El "sí, quiero" de Rafa y Susana se convirtió en uno de esos acontecimientos que quedan guardados siempre en el recuerdo... en la retina, en el corazón y en fotografías llenas de magia. No perdáis detalle del fantástico reportaje nupcial que realizó Jesús Lara en ese gran día; una huella imborrable de la que hoy también podéis ser vosotros testigos. ¡Os enamorará!