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Bodas

La boda de Quini y Ana: la exquisitez de una profesión y dos corazones

La bonita coincidencia de trabajar juntos les llevó a conocerse, enamorarse y querer pasar el resto de sus vidas el uno al lado del otro. Quini y Ana decidieron darse el "sí, quiero" ocho años más tarde, en una boda llena de detalles y personalidad.

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Fernando Monge

Una mañana de mayo de hace diez años y un estudio de escaparatismo cambiarían la vida de Quini y Ana por completo. Todo comenzó el primer día de trabajo de Quini como diseñador, lugar donde Ana le esperaría como una compañera más de profesión. De esa bonita casualidad nació una complicidad única que, poco después, se convertiría en amor verdadero. Ambos decidieron comenzar a compartir sus días en una relación muy especial y, ocho años después –en ese mismo estudio de escaparatismo donde se vieron por primera vez–, Quini se declararía a Ana entre un "quiero estar contigo para siempre" y una romántica petición de matrimonio; petición que, por supuesto, Ana aceptó emocionada.

Una boda al detalle

El 9 de junio de 2015 fue la fecha escogida por la pareja para celebrar su unión. Aranjuez y la Finca La Montaña acogerían una boda llena de sensaciones únicas. Con una idea de celebración íntima y algo sencilla, Quini y Ana –y su empresa anaETquini– iniciaron el proyecto profesional más importante de sus vidas: la decoración de su propia boda. Exprimiendo al máximo la belleza del paisaje natural de Aranjuez, el talento, el ingenio y las ganas de la pareja vistieron el escenario con una decoración excepcional. 

La suavidad del blanco, el beige y el marrón y los tonos vivaces del amarillo, el violeta, el naranja, el verde y el granate protagonizaron cada rincón de una decoración basada en la sencillez, la sobriedad y el romanticismo más selecto. Las formas geométricas, los muebles de esencia barroca y los elementos en madera, latón y acero formaron cada uno de los rincones del enlace en una mezcla perfecta de varios estilos: rústico, vintage y shabby. De esta forma, Quini y Ana lograron reflejar su historia de amor y su personalidad entre un sinfín de delicados y pensados detalles. Entre ellos destacó su logotipo nupcial: la imagen de un corazón con flechas de estilo geométrico que llevaba formando parte de su relación desde el principio. Sin duda, este elemento fue la característica más significativa de su enlace y el indudable hilo conductor del diseño de la papelería nupcial, de la decoración y de los motivos gráficos de toda la boda.

Música, maestro

Junto a la decoración, la música acompañó a novios e invitados durante los momentos más especiales del enlace, convirtiéndose así en una protagonista destacada de innumerables y emotivas ocasiones. Entre las canciones más personales de la pareja, Take on me, de Annie B Sweet, dio la bienvenida a una espectacular Ana vestida de blanco y Son preciosos nuestros besos, de Iván Ferreiro, se encargó de abrir el maravilloso baile. Así mismo, la indiscutible calidad de la música en directo puso el broche de oro a un cóctel nupcial inolvidable. 

Así iban los novios

Fernando Monge, amante del arte de la fotografía, fue el profesional escogido por la pareja para que siguiera y captara a la perfección la belleza y romanticismo de ese gran día. Además del imponente paisaje y la exquisita decoración, Monge supo destacar en sus imágenes la radiante felicidad de los novios, quienes lucieron impecables con un look al más puro estilo de los años 50. Ella se decantó por algo clásico con toques de color; un vestido blanco de diseño parisino con transparencias y brocados en las mangas, y una espectacular corona de flores y un ramo nupcial que darían a su vestuario un toque absolutamente mágico. Por su parte, Quini escogió un traje entallado de tres piezas azul marino, con pajarita y camisa blanca. Un reloj de bolsillo –herencia del bisabuelo de Ana– aportó al look una identidad especial y única, y acabó de ambientarlo en esa fantástica década de los 50. 

Trabajando juntos, codo con codo, y de la misma forma que su amor se forjó para la eternidad, Quini y Ana lograron celebrar una maravillosa boda envuelta en el reflejo más puro de su profesión, su relación y su personalidad... No os perdáis el que fue un día completamente inolvidable en sus vidas.

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