La boda de Patricia y Dani en Masía Virgen de Aguas Vivas
Patricia y Dani celebraron su boda el pasado mes de septiembre, un día muy especial que han querido compartir con todos nosotros.
Si algo parecían tener muy claro Patricia y Dani, es que se casarían en la Masía Virgen de Aguas Vivas, en Museros (Valencia). Se habían prendado de ese lugar tras la boda de un familiar y querían una ceremonia civil seguida por el banquete, todo en el mismo lugar.
La mañana de la boda se levantaron inquietos mirando al cielo un poco nublado pero por suerte no pasó de ahí. El día empezó temprano, a pesar de tratarse de una boda de tarde pero siempre hay muchas cosas que hacer. Manicura, peluquería y maquillaje se fueron sucediendo y dejando a Patricia radiante.
Los novios habían contratado los servicios del fotógrafo Joaquín Corbalán. Una de las cosas que le dijeron es que no les gustaba posar pero querían un bonito recuerdo de su día. Él les dijo que se olvidaran de su presencia y las fotos son la prueba de que así fue, el resultado fue perfecto.
Patricia lució el modelo Selecta de la firma La Sposa con el añadido del escote ilusión cubriendo el pecho. El pelo peinado en un semirrecogido con flequillo perfecto a un lado y una diadema, el modelo Pandora de Maica 7. Su ramo era de calas naranjas y rosas blancas que fue la única decepción que se llevó puesto que la proporción no es la que Patricia había solicitado.
El novio, Dani, iba elegantísimo con un chaqué oscuro, chaleco y corbata ancha y pañuelo plateados. En la solapa, un prendido compuesto por una rosa blanca.
La ceremonia civil fue corta pero muy emotiva. Sonaron las canciones que los novios eligieron al entrar y al salir. Al terminar los invitados les lanzaron arroz que la novia había preparado en bolsitas de colores morado, naranja y amarillo.
Tras el reportaje por los jardines de la Masía, se unieron a sus invitados para el final del aperitivo y luego pasaron al salón. Entre platos repartieron los regalos a los invitados especiales, hermanas, abuelas y madres. Y llegó el momento de cortar la tarta y de su primer baile, que Patricia reconoce no haber ensayado, al ritmo de una canción de Take That.
Además del resopón dulce y salado, los novios pusieron una mesa de dulces que tuvo un gran éxito. El mismo que las chapas y los broches confeccionados por la novia. Además, Dani tuvo un detalle muy especial con su chica, pactó con el fotógrafo el montaje de un photobooth lleno de complementos divertidos, una sorpresa que puso el broche de oro a un día perfecto que terminó con los invitados bailando en círculo alrededor de Patricia y Dani que sellaron el fin de la boda con un beso.