La boda de Núria y Rafael: una historia que fue más allá de una simple amistad
La relación de Núria y Rafael se cocinó a fuego lento. Aunque se conocían desde siempre, no fue hasta pasado un buen tiempo cuando se dieron cuenta que su amistad cruzaba fronteras... El inicio de una relación inolvidable.
El pueblo en el que ambos vivían les vio crecer. Tan cerca siempre, pero tan lejos a su vez, Núria y Rafael se conocían pero nunca llegaron a imaginar que sus caminos se cruzarían conformando la unión perfecta. Así, el paso del tiempo bastó para hacer ver a los jóvenes que su amistad cruzaba fronteras.
Como el mejor amor, el que se cocina a fuego lento... La historia de Núria y Rafael llegó lejos. Tras años compartiendo sus días, llegó el momento de dar un paso más. Así, la idea de casarse y celebrar su historia tras un "sí, quiero" inolvidable pronto se haría realidad.
Intimidad y romanticismo
Núria y Rafael soñaban con un enlace íntimo, convirtiendo a sus más queridos en los únicos testigos de su amor... Y así fue. Celebrando su boda en dos lugares distintos, que acogieron ceremonia y banquete respectivamente, Núria y Rafael se dieron el "sí, quiero" ante menos de 40 personas. ¡Eso sí! Gente de su pueblo, que les conocían de toda la vida, no quisieron perder la ocasión de celebrar su idílico romance esperándoles en la salida de la ceremonia y tirándoles confeti. ¡Un momento mágico!
En pleno invierno, a las 09:30 de la mañana, la ermita de Santa Caterina (Girona) acogió una ceremonia muy especial. Íntima, tal y como la pareja deseaba, y bien temprano para poder disfrutar de un gran almuerzo con sus más allegados.
Tras la ceremonia, novios e invitados se desplazaron hacia la Fonda Europa, donde tuvo lugar el romántico almuerzo; completo y elaborado para todos los gustos, con un sinfín de contrastes entre dulces y salados. Mientras los invitados disfrutaban del manjar, los novios se acercaron a cada uno de ellos haciéndoles entrega de unos regalos de boda muy personales: ¡longaniza y chocolate! De nuevo, para todos los gustos.
Autenticidad en sus looks
Siguiendo con la originalidad que les caracterizó desde el primer momento, ambos novios lucieron ¡auténticos! Núria apostó por una preciosa falda de tul blanca y una cazadora dorada, que complementó con un ramo de estilo rústico. Rafael, algo más clásico, apostó por un traje en tonos azulados.
Un "sí, quiero" muy especial
Los novios no quisieron centrar su celebración ni en la decoración ni en la celebración de una boda clásica. De esta forma, su enlace fue pura magia. Tanto la ceremonia como la celebración posterior se caracterizaron por una gran originalidad, y el escenario no necesitó de complementos: ¡era perfecto de por sí! El equipo de Fotostudi tuvo el placer de ser testigo en ese gran día, así como de fotografiar la especial esencia de esta pareja de enamorados...
¡Os encantará!