La boda de Marcial y Carola: la demostración más real del amor, la familia y la amistad
Como un amor de película, Marcial y Carola se conocieron en la facultad. Profesor y alumna siempre supieron que estaban hechos el uno para el otro. Su bonita historia desembocó en una boda única, donde personalidad y sencillez fueron protagonistas.
Carola nunca imaginó que el amor de su vida le esperaría en una aula de la facultad, pero así fue. Marcial –quién años más tarde acabaría convirtiéndose en el padre de su precioso hijo– comenzó siendo su profesor. De forma inevitable, ambos se acabarían dando cuenta que la complicidad que compartían era mucho más que eso: un amor verdadero por el que tanto Marcial como Carola decidieron apostar.
Y así, después de prácticamente siete años desde que se conocieron, de seis de esos años viviendo un noviazgo absolutamente inolvidable y con un hijo fantástico en común –Gael–, Marcial y Carola decidieron dar el gran paso y tomar una de las decisiones más importantes de sus vidas: darse el "sí, quiero" en el juzgado. Por su hijo y por ellos, la pareja escogió El Balneario de los Baños del Carmen, situado en la localidad de Bolivia, en Málaga, para celebrar la unión de su matrimonio. Un lugar caracterizado por un ambiente puramente romántico e ideal para la celebración de enlaces especiales y llenos de personalidad. Y es que así fue la boda de Marcial y Carola...
Una celebración en la que se dejó de lado la decoración y su estilo, dando absoluta prioridad a lo que realmente importa en un día tan especial y esperado en la vida de cualquiera: el amor y el poder compartir con tus más queridos uno de los momentos más importantes y significativos de tu relación.
Tan informal como especial fue su amor, y del mismo modo lo fue la celebración de su boda. Marcial y Carola decidieron apostar por la improvisación y por un estilo absolutamente libre. Dejaron fluir sus sentimientos y, de esta forma, su enlace se convirtió en un día inolvidable para aquellos que tuvieron el privilegio de vivirlo: treinta de las personas más queridas por la pareja. Así, sus invitados lucieron espléndidos en zapatillas y ambos novios apostaron por la plena comodidad para disfrutar al máximo de su romántica cita. Carola deslumbró con un vestuario absolutamente personalizado y brillante, tal y como ella.
Apostó por una camisa tejana, una falda de tul y una corona de girasoles –sus flores favoritas– a juego con su precioso ramo, que ponían el broche de oro a un especial look nupcial. A su vez, Marcial quiso armonizar con su chica con unos vaqueros con tirantes y camisa de flores. El broche de oro a su look lo pusieron sus divertidas y coloridas zapatillas que, con un llamativo naranja, acabaron haciendo de él un novio realmente único. Su hijo Gael, un pequeñín con una preciosa cabellera rubia, vistió a juego con papá, y esto fue lo que realmente hizo especial el look de estos novios. La familia al completo consiguió brillar mostrándose llenos de alegría y complicidad; el retrato más real de la plena felicidad.
El privilegio también lo tuvo el equipo de profesionales de Gabriela y Marín, quiénes fueron testigos directos del enlace fotografiando hasta el más mínimo detalle de ese día irrepetible. De esta forma, lograron captar las emociones más sinceras de la pareja, así como la inmensa alegría de los invitados y, en general, consiguieron realizar un reportaje fotográfico que, sin duda, se caracterizó por una luz y color únicos. ¡Deleitaros con esta fantástica boda!