La boda de Manu y Lucía: el reflejo de una misma pasión compartida
En un curso de monitores, Manu y Lucía encontraron, el uno en el otro, el amor más real... Pasados diez años de noviazgo, una misma pasión se convirtió en la protagonista de su "sí, quiero": un enlace donde los viajes y el amor cobraron significado.
Unas prácticas para un curso de monitores de ocio y tiempo libre originarían esta bonita y romántica casualidad... Manu y Lucía se conocerían en pleno curso y, poco tiempo después, ambos coincidirían en unas pasiones y sentimientos que acabarían uniendo sus corazones en uno solo. Pasados diez años de intenso noviazgo, Manu se lanzaría a por un deseado "sí" tomando la ciudad de Nueva York y Central Park como escenario de una pedida de mano única. Así, y con una romántica respuesta afirmativa por parte de Lucía, ambos convirtieron uno de sus viajes en el inicio de una nueva vida juntos.
Una boda muy personal
Torrelodones (Madrid) y La Casa Verde, una preciosa casa rehabilitada con un estilo personal y único, y con un precioso jardín inspirado en los colores y la belleza cultural de Japón, fue el espacio escogido por la pareja para vivir uno de los días más importantes de sus vidas. Manu y Lucía apostaron por celebrar una preciosa boda civil y, en ella, pudieron realizar todo cuanto deseaban... Un enlace inspirado en la pasión que unió sus vidas para siempre, viajar, y aquello que les llevó a plasmar sus sueños en lowcosteros.com –un blog personal y distinto donde ambos comenzaron a compartir sus hazañas–. Además, los dos soñaban con un enlace cercano y personal, con un sinfín de detalles para los invitados –aquellas personas más importantes en su día a día– que hicieran recordar su boda como un día divertido e inolvidable, y que reflejara su personalidad en cada pequeño rincón.
La ceremonia más original
Desde el principio, Manu y Lucía plantearon su boda como el viaje más romántico de sus vidas. Así, desde las invitaciones de boda ya se llamó a los pasajeros –invitados al enlace– a tomar el vuelo LYM1510 en forma de una preciosa tarjeta de embarque elaborada por Hibiscus. Llegado el gran día, la bienvenida a la boda debía contener esa esencia viajera que Manu y Lucía quisieron plasmar en cada momento. Por ello, la pareja apostó por hacer de la entrada a su ceremonia una puerta de embarque muy personal, por la que todos los invitados debían pasar para formar parte de la boda. Del mismo modo, a cada invitado le correspondía un destino del mundo que le llevaría a su asiento en el banquete nupcial; la pareja plasmaría esta idea a partir de un seating plan realizado a mano por ellos y elaborado a partir de un mapa con indicaciones. A su vez, Manu y Lucía aprovecharon su trabajo en el blog convirtiendo todas las fotografías que habían compartido hasta la fecha en los perfectos indicadores para sus mesas de banquete. En cuanto a otros detalles como el libro de firmas, por ejemplo, les bastó con un bonito marco donde pusieron varios sobres y postales para que sus invitados escribieran como si se tratara del envío de una postal.
Regalos solidarios
Y al igual que la temática viajera, fueron muchos más detalles los que hicieron del gran día de Manu y Lucía algo único. Un trabajo floral exquisito por parte de Floristería Tribool personalizó lugares tan importantes del enlace como la entrada a la ceremonia, así como la zona del altar, protagonizada por una preciosa cortina floral. Otro detalle que no dejó indiferente a nadie fue la furgoneta de estilo vintage con la que la novia hizo su primera aparición el gran día; una preciosa T1 –cedida por la empresa Furgoeventos–, que hipnotizó a todos los invitados logrando la entrada perfecta a la ceremonia de una ilusionada Lucía. Los detalles de boda que la pareja quiso entregar a sus invitados también contaron con una esencia personal y diferente. Por una parte, Manu y Lucía apostaron por hacer una donación solidaria para Médicos Sin Fronteras como regalo para todos sus invitados y, por otro lado –y esta vez de forma más íntima y personalizada–, entregaron a unos amigos una lámina enmarcada y diseñada por ambos. Una suelta de globos de la mano de Airland puso el broche de oro a uno de los momentos más especiales de la celebración, al son de Fix You, de Coldplay.
El look de los novios
En cuanto al look, ambos novios lucieron radiantes tal y como la ocasión merecía. Manu apostó por un elegante traje de Hugo Boss azul marino con ojo de perdiz y una bonita pajarita de José Zambrano que le aportó un toque romántico, elegante y divertido al vestuario. Por su parte, Lucía quiso diseñar su propio vestido, confeccionado después por una modista. En cuanto al peinado, apostó por un moño alto, sencillo y elegante, con un toque algo desenfadado gracias al trenzado. Respecto al ramo, de nuevo la Floristería Tribool se encargó de elaborar este maravilloso complemento nupcial con lavanda y rosas blancas liofilizadas.
El grupo fotográfico de Foto Corrales tuvo el placer de retratar cada mágico instante vivido en el enlace de Manu y Lucía. Un día único en el que los viajes, el amor, la familia y la amistad lograron alcanzar su máximo esplendor. No os perdáis un reportaje de bodas absolutamente maravilloso...