La boda de Lerín y Ángel: un amor de película ambientado en el medievo
Enamorados y diferentes. Después de años viviendo una romántica relación, Lerín y Ángel decidieron darse el "sí, quiero" en un escenario muy especial. Amigos y familiares de ambos presenciaron un enlace único, donde la edad media cobró vida de nuevo.
Después de varios años viviendo una idílica relación de noviazgo, Lerín y Ángel decidieron dar un paso más hacia una nueva vida juntos: casarse. No obstante –y aunque lo verdaderamente importante para ambos era convertirse en marido y mujer–, tanto el uno como el otro soñaban con darse el "sí, quiero" en un enlace único, que consiguiera romper con el protocolo establecido y reflejara por completo sus personalidades y el hilo de su bonita historia de amor.
Así, esta pareja de enamorados, amantes de la cultura y de los mejores libros de historia medieval, decidieron que no habría lugar que acogiera mejor su romántica cita que una Masía Medieval situada en el precioso municipio catalán de Olèrdola (Barcelona). Su localización dentro de un Parque Natural, sus más de cien hectáreas de vegetación, sus privilegiadas vistas a Montserrat y su esencia medieval única e inconfundible enamoraron a Lerín y Ángel desde el primer instante. Y entonces, sucedió. Por fin la pareja tenía el lugar en el que recrearían un enlace inspirado en la época del medievo, caracterizada por sus tradiciones, sus ropas, sus colores y la personalidad de sus escenarios.
De un precioso paraje al aire libre, entre el verde y el azul más naturales, Lerín y Ángel –siempre con la gran ayuda del equipo de Masía Medieval– dieron vida a un escenario envuelto por completo en la esencia más nítida de esa época. Así, gracias a la autenticidad de la casa del siglo XI –característica por su fachada de piedra robusta y por la belleza de sus jardines– y sumándole al paisaje asientos de fardo –para la comodidad de los invitados durante la ceremonia–, telas rojas cubriendo dichos fardos, banderas –simbolizando la unión matrimonial de dos casas–, un precioso altar con los colores más destacados del enlace –el rojo, de nuevo, y el ocre– y casetas de estas mismas tonalidades, lograron enlazar todo el espacio en una misma temática, volviendo así a una de las épocas históricas más relevantes de todos los tiempos.
Y como el sueño de Lerín y Ángel era revivir la época del medievo con absoluto detalle, no pudieron faltar los caballos como fieles compañeros y únicos responsables de llevar a los novios al lugar de su mágico "sí, quiero". Tampoco faltó el perfecto encargado de oficiar su romántica y curiosa ceremonia. Conocido por los novios y metido de ello en el papel, el encargado de formular la gran pregunta a la pareja en el altar se vistió para la ocasión como un sacerdote de la época, fundiéndose plenamente con la esencia medieval y transportando a novios e invitados a esos tiempos con un discurso lleno de fuerza. Y dejando a un lado los clásicos pétalos o el arroz, la pareja fue bienvenida a su nueva vida como marido y mujer con un pasillo de sables formado por los propios invitados. Teniendo en cuenta que la edad medieval se caracterizó –así como por un sinfín más de detalles históricos– por la longeva tradición de sus juegos, bailes y malabares, los novios decidieron incluir en el festín los profesionales de Joglars de la Bota, quiénes lograron poner el broche de oro a un enlace absolutamente único con la magia de sus juegos y su música en directo.
La perfección también la lograron novios e invitados con sus vestimentas, aportando una realidad medieval fantástica a la celebración y consiguiendo la originalidad más absoluta en el enlace. Lerín y Ángel quisieron brillar por completo con dos trajes de época perfectamente ambientados. Así, ella apostó por un precioso vestido holgado, entre rojos y blancos, y por una cinta colocada en el cabello que dejaba caer por su preciosa espalda una tela blanca como velo; en definitiva, la más bella de las doncellas. Él, por su parte, quiso lucir un traje de época inspirado en los caballeros, con todos y cada uno de los detalles que caracterizaban las vestimentas señoriales de antaño.
El equipo fotográfico de Camera Obscura fue testigo de uno de los enlaces más originales y fantásticos que os mostramos: la pasión de una pareja de enamorados envuelta en una esencia medieval única y caracterizada a la perfección; un escenario natural y privilegiado como telón de fondo de un "sí, quiero" de película; un festín inolvidable basado en las tradiciones más hermosas de una época que hizo historia... No os perdáis el fantástico reportaje fotográfico que Camera Obscura inmortalizó de uno de los días más inolvidables en las vidas de Lerín y Ángel, dos enamorados con una gran personalidad.