La boda de Juan y Yana: un sueño hecho realidad
El amor a primera vista existe, y Juan y Yana son la prueba de ello. Tras coincidir en una noche de verano, ambos sintieron que se conocían de siempre. Esta fuerte complicidad les llevó al altar en una celebración de amor única.
Durante una fiesta de verano celebrada en una emblemática sala de Cádiz sucedió lo inesperado. Juan –que solía salir por la zona– y Yana –que estaba disfrutando de sus vacaciones– se conocieron y, sin apenas imaginarlo, nació entre ellos una complicidad muy especial, como si prácticamente se conocieran de toda la vida. Desde ese momento, y después de volver a verse varias veces, comenzaron una bonita historia de amor.
Sencillez y romanticismo
Clásica y sencilla, pero absolutamente romántica. Así fue la pedida de mano. Después de cinco años compartiendo el día a día, Juan consideró que el 14 de febrero (San Valentín) era el día perfecto para pedir matrimonio al amor de su vida... Y así fue.
Como cada año, la pareja estaba disfrutando de una cena íntima el día más romántico del año. No obstante, y para sorpresa de la novia, toda la familia entró por la puerta del restaurante. No cabía duda, algo importante iba a suceder. Y en ese mismo momento Juan le pidió matrimonio.
Un "sí, quiero" personalizado
El 18 de junio de 2016 se convirtió en el día más importante para la pareja, pues fue la fecha escogida para darse el "sí, quiero".
Jerez de la Frontera (Cádiz) y más concretamente la Finca La Carreña –una casa rural de lujo enclavada en un precioso entorno natural– fue el lugar por el que la pareja apostó para celebrar su romántico enlace.
En una decoración rústico chic, las flores se convirtieron en las grandes protagonistas. Tanta fue la importancia que los novios les concedieron, que decidieron encargarse de ellas personalmente –sobre todo el novio con la ayuda de su familia–. Así, construyeron seis pedestales blancos de madera donde apoyaron grandes jarrones de cristal llenos de globos de paniculata, ataron pequeños ramilletes a las sillas de la ceremonia y decoraron el balcón de la casa con ramos de olivo mezclados con peonías.
En cuanto al resto de la decoración, Chocolat Eventos se encargó de cubrir el escenario con detalles de madera, cristal, pizarra y acero blanco en colores nude y blancos; el resultado de una preciosa decoración shabby chic con toques de estilo rústico. Destacaron las mesas redondas con manteles en color beige combinadas con sillas tiffany en color dorado, así como la vajilla blanca y los centros de mesa de cristal.
Chocolat Eventos también se encargó del catering de la boda, que empezó con unos entrantes fríos y calientes y dos bufés de queso y sushi. Además, en las mesas se sirvió ensalada de rulo de cabra con frutos del bosque, medallones de solomillo, un sorbete de mojito, un postre de mousse de chocolate blanco, tarta nupcial y una riquísima recena.
Los novios quisieron regalar a los invitados unas pequeñas macetas con plantas suculentas –empleadas también en el seating plan–, unas cajas de caramelos con etiquetas personalizadas y unas elegantes botellas de aceite, así como unos kits con especias de gin o ron. Para los niños más pequeños prepararon unos botes de chuches y para los adolescentes, unos cargadores portátiles de móvil.
Pura elegancia en sus looks
Los novios apostaron por lucir dos looks llenos de elegancia y romanticismo.
Yana eligió un vestido con volumen y líneas rectas, de Pronovias, sandalias tipo jaula en color dorado envejecido, de Steve Madden, y un precioso ramo de peonías blancas y ramas de olivo, de floristería Enea. Como joyas se decantó por su precioso anillo de pedida, de la firma Luzz. Un maquillaje y un peinado impecables, de la mano de un profesional de Kokoa, acabaron de poner el broche de oro a su perfecto look nupcial.
Juan, por su parte, escogió un traje clásico, de Enzo Romano.
Un día lleno de magia
El equipo fotográfico de Miguel Hernández Fotografía llevó a cabo un fantástico reportaje nupcial, en el que captó a la perfección la intensa felicidad y el amor que se vivió en el gran día de Juan y Yana... Una historia de amor fantástica y un boda única de la que no debéis perderos detalle.