La boda de Gareth y Mauricio: su particular "yes, I do" con unas vistas privilegiadas a la Alhambra
Los Estados Unidos presenciaron el nacimiento de un amor único, pues Gareth y Mauricio se conocieron en ese país. Recorriendo más de medio mundo y enamorados de Granada, la Alhambra se convirtió en el telón de fondo de su inolvidable "yes, I do".
Gareth y Mauricio se conocieron en la imponente ciudad de Nueva York mientras ambos trabajaban. Enamorados, ambos jóvenes iniciaban una relación idílica en la que vivirían un sinfín de aventuras recorriendo más de medio mundo. Así, sus entrañables personalidades –tan diferentes pero únicas entre sí– conformaron una mezcla de amor prácticamente perfecta. En uno de sus viajes a España, Granada les enamoraría por completo... Tanto es así que –poco tiempo después– la romántica esencia granadina y la bella Alhambra se convirtieron en el mágico escenario de su particular "yes, I do". Así, el 17 de septiembre de 2016, Gareth y Mauricio vivieron uno de los días más maravillosos de sus vidas.
La sorpresa de su kit de boda
Ambos tenían muy claro qué querían para su boda... De esta forma –y marcándose unos objetivos claros–, Gareth y Mauricio consiguieron hacer realidad todo cuanto soñaban para su mágica cita; desde la situación de los invitados y el estilo y color de sus ropas, hasta la decoración. Cada pequeño detalle fue concretado por la pareja y por las ganas de Mauricio –diseñador de profesión– por impregnar su esencia en uno de los días más significativos en su relación. Una de las grandes curiosidades que ambos incluyeron en su día fue un "Kit para la boda" que enviaron a sus invitados. Dentro del pack, destacaban unos bonitos calcetines de topos que absolutamente todos –novios incluidos– lucieron el día "B".
Escenario con la magia de lo rústico
En un estilo rústico inconfundible y al aire libre, Gareth y Mauricio invitaron a amigos y familiares –procedentes de diversas partes del mundo– haciéndoles sentir como en casa. Su enlace duró toda una semana, en la que los novios y sus seres más queridos pudieron disfrutar de los preparativos y de cada pequeño rincón de Granada, como las Cuevas del Albaicín, el Generalife o la Alhambra. Y precisamente con unas vistas privilegiadas al emblemático palacio neoárabe, un Mirador-Restaurante del Albaicín acogería los votos matrimoniales de la pareja entre risas de complicidad y lágrimas de emoción. Tras ponerse el sol y rodeados de todos aquellos a quienes realmente quisieron tener al lado en un día tan importante para ellos, celebraron una cena nupcial exquisita y eclipsada por el mágico atardecer de la Alhambra. En cuanto a la decoración –y teniendo en cuenta que el escenario ya transmitía una magia natural–, destacaron detalles que marcaron esa esencia rústica única, como la tela arpillera, las macetas aromáticas y los limones que, entre otras cosas, formaron parte de la tarta nupcial. También destacó el cake topper del propio pastel: una réplica idéntica de los novios.
En cuanto al look, ambos novios lucieron radiantes en su inolvidable "yes, I do". Gareth y Mauricio apostaron por el mismo traje de chaqueta en un tono rosa palo, de Zara, y zapatillas blancas, de Converse.
El equipo fotográfico de Fotoboda tuvo el placer de sentirse un testigo más de este fantástico día. Con la total libertad que los novios le concedieron a la hora de realizar las fotografías –y junto a la creatividad de los mismos profesionales– Fotoboda pudo capturar el amor más sincero de la pareja, así como la esencia de un entorno maravilloso. No os perdáis un día único... La inolvidable boda de Gareth y Mauricio.