La boda de Esme y Álex: casualidad o destino, el amor se cruzó en sus vidas

Durante la Semana Santa de 2008, un pueblo extremeño presenció el nacimiento de un amor de película. Esme llegaba desde Barcelona para visitar su familia de Extremadura. Álex, desde Madrid y en esas mismas fechas, acompañaba a un amigo suyo a pasar las fiestas en el pueblo familiar. Casualidad o destino, ambos jóvenes coincidirían el mismo año y en el mismo lugar, y ambos teniendo algo en común: ese amigo con el que Álex había llegado a Extremadura desde la capital. 

El tiempo les reencontró de nuevo, en el mismo pueblo y esta vez dos años más tarde. Volviéndose a ver, y sin haber perdido el contacto durante todo ese tiempo, ambos notaron que entre ellos había algo más: un sentimiento único que no tardaron en expresar. A pesar de la distancia, la ya pareja decidió comenzar una relación... y, aunque los comienzos fueron difíciles, su amor se acabó afianzándose sobre una base sólida y pura.

6 años más tarde la pareja daba un importante paso en su relación: Álex se mudaba a Barcelona y, en julio de ese mismo año, el joven aprovechada la ocasión para pedirle matrimonio... Lo que en un principio iba a ser una sorpresa para él, pues Esme había preparado un fin de semana romántico por su cumpleaños, dio un giro inesperado: el joven se adelantó dejando a su chica sin palabras con una pedida de ensueño. Por supuesto, la respuesta de Esme fue un indudable "¡sí!".

Un "sí, quiero" en el que no faltó detalle

Barcelona y el Mas de Can Riera (Sentmenat) fue el lugar escogido por ambos enamorados para darse el "sí, quiero". Así, la pareja apostó por una espectacular masía del siglo XIII característica por sus instalaciones, su magnífico salón acristalado y por sus excepcionales jardines y bosques.

La boda tuvo como temática los viajes. ¡Cómo no! Amantes empedernidos de las distintas culturas que forman nuestro mundo, Esme y Álex tenían motivos suficientes para hacer de los viajes los auténticos protagonistas de su romántico escenario. Del mismo modo, la pareja decidió sacar provecho al ambiente rural en el que celebraron el gran día, creando una fusión perfecta del estilo rústico con los detalles de temática viajera... Todo bajo un sello personalizado que ambos diseñador especialmente para su enlace.

Y al igual que los viajes, las flores también formaron gran parte del decorado, fundiéndose a la perfección con ese telón de fondo. ¡Pura excelencia!

¡Mágicos!

Ambos novios deslumbraron por completo durante su gran día.

Esme se decidió por un vestido de estilo romántico de corte princesa y detalles geométricos que ayudaban a darle un toque diferente, personalizado y juvenil. Todo ello, combinado con un cinturón de pedrería, un precioso ramo en tonos nude y un recogido trenzado. 

Por su parte, el novio apostó por un traje en tono azul marino con chaleco, corbata y una americana de cuello mao. 

Viajes y amor. ¡Una combinación 10!

De esta magnífico día, en el que la pareja reflejó al detalle todas sus pasiones a partir de un sinfín de trabajados detalles, fue testigo el equipo fotográfico de Jial & Co. Photography. Gracias a un reportaje nupcial de absoluto gusto y exquisitez, hoy podéis disfrutar de unas imágenes que transmiten la auténtica felicidad vivida ese día. ¡Disfrutadlas!