La boda de Elisabeth y Eduardo: "vamos a pasárnoslo bien" como lema
Dos almas enamoradas y un romántico "sí" en uno de los rincones más maravillosos de Almería. Descubrid la historia de Edu y Eli, y sucumbid ante el encanto de su unión y de la sesión de fotos postboda, claro reflejo de... ¡la magia del amor!
Eduardo y Elisabeth se conocieron una noche de fiesta en la discoteca B12, de Madrid. A pesar de que él insistió para conseguir el móvil de la rubia que se ganó toda su atención, ella no quiso dárselo... ¡Aún no sabía que era el hombre de su vida! Como si Madrid fuera pequeño, al cabo de un par de meses coincidieron de nuevo y, fruto del fortuito encuentro, surgió el amor. La guinda del pastel la pondría la pedida de mano y el paso por el altar: se prometieron en la Playa de los Caños de Meca (Cádiz) e, ilusionados, se pusieron manos a la obra con los preparativos de su gran día B.
Un paisaje árido y ¡mucho amor!
Los protagonistas absolutos del 9 del 9 eligieron San José, localidad del municipio de Níjar, en la provincia de Almería, para contextualizar su boda. Tanto la ceremonia civil como el banquete y la fiesta se celebraron en La Fábrica de Genoveses, del Grupo Playas y Cortijos. Un espacio –al que se accede por un paseo flanqueado por eucaliptos– afincado en el corazón del Parque Natural de Cabo de Gata (Níjar), al lado de la Playa de los Genoveses, donde reside el encanto de una antigua fábrica de crin restaurada que conserva la arquitectura y parte de la maquinaria originaria funcionando como decoración.
Eli y Edu se convirtieron en marido y mujer en una ceremonia civil decorada con mucho gusto: unos fardos de paja y cestas de mimbre con flores silvestres –donde se encontraban como detalles unos abanicos para las invitadas y conos con pétalos naturales para el momento de la salida– daban la bienvenida a un escenario digno de cuento. Sillas blancas para los asistentes, una alfombra en crudo sujeta con piedras y, en el altar, una estructura cubierta con telas blancas y hojas verdes, perfecta para enmarcar el momento.
Para celebrar el matrimonio, un aperitivo y convite exquisito de la mano de Lima Roja y una fiesta hasta altas horas de la madrugada. Elisabeth, Eduardo y todos sus familiares y amigos disfrutaron de una velada mágica donde las sonrisas y lágrimas denotaron un increíble sentimiento de felicidad compartida.
100% Eli y Edu
Previo al "sí, quiero", ambos se vistieron y prepararon para la ocasión en el Hotel Cortijo El Sotillo, ubicado en la misma localidad. Los dos reflejaron su esencia en sus outfits y complementos.
Elisabeth se decidió por un vestido de novia de corte A y escote redondo de Lucía de Miguel, con un gentil trabajo de encaje, llamativa espalda cruzada con cordón y ojales, mangas 3/4 rematadas con volantes acampanados y una discreta cola. Para rematar su estilismo, optó por unas sandalias de tacón ancho y plataforma en turquesa conjuntadas con una tiara con forma de corona y un sencillo ramo de flores silvestres compuesto de astilbe rosa, margaritas chiquititas y paniculata. ¡Natural y de tendencia! Además, confió en la profesionalidad de maquilladora y peluquera para conseguir un look totalmente armonioso y afín a ella.
Por su parte, el novio se vistió de gala con un traje azul, camisa blanca y pajarita estampada. Con unos divertidos calcetines de topos, calzó unos zapatos acordonados de piel marrón y en la solapa de su americana sujetó un discreto boutonnière, a juego con el ramo de novia. ¡Impecable!
Un día inolvidable
Tal y como apuntan los novios, su enlace se titulaba "vamos a pasárnoslo bien". Por eso, tanto Eduardo –apasionado del surf– como Elisabeth disfrutaron incluso del viento que sopló el día que escribieron uno de los capítulos más bonitos en su historia de amor. ¡Las fotos hablan por sí solas! El equipo de fotografía de Imágenes de mi boda fue testigo de la magia que fluyó de principio a fin e inmortalizó todos los momentos con instantáneas, conformando un precioso reportaje fotográfico. ¡Descubrid el reflejo de amor que se palpa en cada una de las fotografías! ¡Boda y postboda!