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Bodas

La boda de Eduardo y Paula: un "sí, quiero" con gran personalidad

Formalizando su amor, Eduardo y Paula se dieron el "sí, quiero" en una boda junto al mar, en las costas de Liencres. Hablamos de un enlace al aire libre y de esencia plenamente hippy, que cautivó el corazón de todos los presentes.

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Fernando Baños

Tras siete años de noviazgo y con hijos en común, Eduardo y Paula decidieron dar un paso más en su bonita historia de amor: darse el "sí, quiero" en un enlace caracterizado por la abrumadora personalidad de los novios, su total naturalidad y un sinfín de emociones.

Una reunión familiar

Eduardo y Paula soñaban con una boda alejada de convencionalismos, en la que el valor del amor y de la familia cobrara especial significado. Por ello, apostaron por la celebración de una pequeña fiesta de estilo hippy. 

La costa Cántabra –y más concretamente la zona de Liencres– fue el escenario escogido por la pareja para celebrar su mágico enlace, tanto por el importante significado que el lugar tenía para ellos como por su inmensa belleza. 

La esencia hippy acompañó en todo momento a ambos, gracias al esfuerzo de Eduardo, José y la colaboración de Héctor y Gonzalo –director de Los Guardeses de Solares–. Así, el escenario natural se complementó con fardos de paja, tules, jaulas de acero blanco, inmensas botellas de cristal, antorchas, cestos con flores –que delimitaban el camino hasta el lugar del "sí, quiero"– y un precioso altar bajo una estructura con hierba. 

¿El resultado de tanto esfuerzo, cariño y dedicación? Un lugar absolutamente perfecto, envuelto en una singularidad y esencia hippy únicas, y en plena armonía con el escenario natural que lo rodeaba.

La etiqueta del blanco como color

Con el propósito de celebrar un enlace alejado de protocolos, los novios propusieron un dress code determinado y unas normas muy claras sobre el mismo. Así, todos los asistentes debían vestir de blanco, aprovechando exclusivamente la ropa que tuvieran en casa. ¡Nada de comprar!

Los novios, por su parte, lucieron increíbles. Paula apostó por un vestido de Mes Demoiselles, de Colette Santander, el ideal para una boda hippy de estas características. Sencillo pero absolutamente mágico, el look de la novia cautivó por completo. En cuanto al pelo, se decantó por un recogido desenfadado complementado con una corona de flores, de Montserrat Núñez. A todo ello se sumó el precioso ramo de flores y flores silvestres, de Maxi Viaña.

Por su parte, el novio escogió un pantalón y una blusa en un blanco impecable; un outfit nupcial fresco y diferente.

Un día único

Una boda mágica y única, en la que los más queridos de la pareja disfrutaron de un día de ensueño, de un picnic con vistas a la costa cantábrica y de un enlace inolvidable... También disfrutó el equipo fotográfico de Fernando Baños que, de forma impecable, supo captar cada instante de la gran cita.

No perdáis detalle de un reportaje fotográfico excepcional. El reflejo más claro del amor entre Eduardo y Paula en uno de los días más importantes de su historia de amor.

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