La boda de David y Lorena: tras varios bailes ¡surgió el amor!
En 2009, y tras un sinfín de bailes durante las fiestas del pueblo de Lorena, David –que pasaba allí sus vacaciones–, no pudo evitar enamorarse de esa joven tan especial... ¡ni ella de él! Conoced su historia: 7 años de noviazgo y un enlace mágico.
Durante una noche de otoño de 2009, concretamente en las fiestas del pueblo en el que vivía Lorena, David –que, casualidad o destino, pasaba allí sus vacaciones junto con un amigo– no pudo evitar compartir varios bailes con la joven... y, por supuesto, ella tampoco se negó jamás. Lo que en un principio era un simple tonteo, la chispa surgida de una complicidad compartida por ambos adolescentes, supuso mucho más. David y Lorena no eran conscientes que, a partir de esa noche, sus vidas darían un giro inesperado; ¡nacía un amor de auténtico ensueño!
Cómplices
Tras más de 6 años juntos –¡y 4 de ellos compartiendo la experiencia de vivir en la imponente ciudad de Londres!– la pareja decidió casarse.
Ambos tenían las cosas claras: ¡querían una fiesta! Vivir una gran celebración en la que poder gritar a los cuatro vientos su amor ante amigos y familiares, y alejarse de formalidades. Lo importante, para David y Lorena, era celebrar que seguían queriéndose como el primer día –o incluso mucho más–. La decisión de darse el "sí, quiero" surgió de forma tan espontánea y natural como lo eran ambos: una noche, mientras cenaban en la capital inglesa, la pareja comenzó a bromear sobre si se les estaba "pasando el arroz". Y así, entre broma y broma, ambos se animaron con un: "¿¡nos casamos!? ¡nos casamos!".
¡La gran fiesta!
La pareja decidió casarse en una romántica boda civil, concretamente en el Jardín de Páramo (Salamanca); un exquisito lugar de belleza inigualable, característico por sus grandes salones e imponentes jardines.
Tan especial como lo son ellos, debía ser su "sí, quiero". Por eso, David y Lorena no definieron un estilo concreto en su enlace, únicamente quisieron que reflejara al cien por cien la esencia más mágica de su relación y de ambas personalidades. Para ello, los enamorados se decantaron por vestir su escenario en tonos nude –a juego con los colores verdes y azulados naturales, propios del escenario–, así como por crear un sinfín de detalles handmade como, por ejemplo, las invitaciones de boda, los centros de mesa y la decoración floral.
Así, y siempre con la ayuda fiel de sus familias, la boda de David y Lorena llevó un sello personal inconfundible... tanto que incluso el baile nupcial fue completamente ingeniado por ellos. Y, por supuesto, ¡resultó todo un éxito! Del mismo modo, el respaldo que los familiares de los jóvenes les dieron en su "sí, quiero" se vio en detalles tales como las 400 servilletas que la tía del novio hizo bordadas a mano para los invitados.
Auténticos
Tan auténtica como fue la decoración del escenario, lo fueron también sus looks de boda; Lorena se decidió por un precioso vestido de Pronovias muy ajustado, que complementó sobreponiéndole una falda enorme compuesta por mil pequeñas piezas de tul. Por su parte, David apostó por un precioso traje de Anglomania en azul eléctrico, chaleco y pajarita de lunares a juego con la de su hermano y su sobrino. Absolutamente maravillosos.
Un día inolvidable
De este gran día, que tal y como la pareja soñó desde un principio se convirtió en una absoluta fiesta, fue testigo el equipo fotográfico de El Creador de Recuerdos. A través de un gran número de imágenes llenas de luz y magia, este equipo de profesionales retrató a la perfección los recuerdos más maravillosos de un día inolvidable... La boda de Lorena y David.
No perdáis detalle, pues no tienen desperdicio. ¡Fotografías mágicas!
