La boda de Chema y Patri: París, el lugar que les inspiró
Tras varios años viviendo una preciosa historia de amor... Chema y Patri decidieron dar un paso más. Tomando París como lugar de inspiración, esta pareja de enamorados se dio el "sí, quiero" en una boda en la que todo el mundo se sintió especial.
Chema y Patri tenían una relación más que consolidada. El amor no faltaba, la complicidad mucho menos. Estaban destinados a estar juntos, y el tiempo quiso que así fuera... Así, y tras varios años viviendo una idílica y romántica historia, la pareja decidía dar un paso más y formalizar todo lo vivido ante el altar. ¡Sí! Chema y Patri se daban el "sí, quiero"... y lo harían en un enlace difícil de olvidar, donde valores tan importantes como la familia y la amistad cobraron un sentido muy especial.
París, su fuente de inspiración
La pareja decidió celebrar una bona civil en pleno atardecer. Así, y entre los tonos cálidos del cielo, Chema y Patri convirtieron Villa Delia, en Picanya (Valencia), en el escenario de su mágico día. Concretamente, lo hicieron en una preciosa finca de la zona, repleta de verdes y característica por su fachada rojiza. ¡Espectacular!
Chema y Patri quisieron que su boda fuera inolvidable... Y del mismo modo que se lo propusieron, pudieron realizar todos y cada uno de sus sueños realidad. Se decidieron por un enlace de estilo romántico con toques vintage, y la perfecta fusión de ambos estilos se reflejó en cada uno de los detalles de su gran día. Entre elementos de madera y papel craft, jaulas de acero envejecido, mantelería lisa combinada con mimbres, mobiliario blanco y un sinfín de delicados detalles, sumado al excelente trabajo floral realizado por La Tartatana, Chema y Patri lograron llevar su boda a lo más alto.
Delicadeza, romanticismo y autenticidad
Como no podía ser menos, la pareja brilló con luz propia en su gran día.
La novia escogió el modelo Noa de Jenny Packham –¡del que llevaba enamorada muchísimo tiempo!–, pendientes de la misma diseñadora y un bonito tocado de Maite Cárdenas. Como zapatos, Patri se decidió por unos tacones de Lodi. Sencilla, delicada y absolutamente romántica. ¡Una novia 10!
Por su parte, Chema apostó por un traje clásico con complementos de camisa, corbata y chaleco de Ramón Sanjurjo. Además, su look le debía caracterizar hasta en el mínimo detalle, y fue por eso que quiso lucir unos preciosos gemelos de Hackett London con el diseño de unos volantes de coche antiguo –su gran pasión–. Como complementos, el novio apostó por unos zapatos Martinelli y un reloj TAGHeuer.
Un amor especial
Chema y Patri no dejaron pasar la oportunidad de, en su gran día, hacer sentir a todos sus invitados las personas más especiales... Por ello, durante todo el enlace los enamorados les dedicaron un sinfín de detalles. Sin duda, todo ello, unido al amor incondicional que reflejó la pareja y la exquisitez del escenario, logró hacer de ese día una boda absolutamente inolvidable.
De todo ello fue testigo el equipo fotográfico de Fandi. Imágenes llenas de color y de luz, donde la ilusión de dos miradas enamoradas quedó retratada a la perfección... Comprobadlo vosotros mismos.