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Bodas

La boda de Carlos y Gema: un enlace original con ¡mucha personalidad!

"All we need is peace, love and music". Así dieron la bienvenida Carlos y Gema a los invitados en su exclusivo "sí, quiero". ¡Sucumbiréis ante los detalles, emociones y sorpresas que hicieron que su boda fuera etiquetada de original y personal!

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Alvaro Sancha Fotógrafo

Estos enamorados se conocieron una nochevieja en Valladolid, en una fiesta de disfraces en la que Gema hechizó al que sería el hombre de su vida vestida de mariquita. Sin embargo, el destino quiso que todavía no empezaran a escribir su historia... Tiempo después del primer encuentro, Gema –afincada en Granada– viajó de nuevo a Valladolid por asuntos laborales. ¡Y así fue cómo descubrió que el amor la estaba esperando lejos de casa!

Una notita decisiva entre dulces

La pedida de mano fue tan sencilla como especial. Carlos, convencido de querer pasar el resto de su vida al lado de Gema, le hizo a su chica el regalo de cumpleaños más romántico: un desayuno a domicilio que incluía una nota con las tres palabras mágicas: "¿Quieres casarte conmigo?".

Sorpresas durante los preparativos

Mientras estos novios se preparaban para jurarse amor eterno, ambos fueron sorprendidos: Gema tuvo la visita de Primo –la mascota de la pareja– que llegó prometiendo un reportaje audiovisual de lo más auténtico, ¡pues llevaba una cámara GoPro que garantizaba un enfoque muy particular! Y Carlos –apasionado de la historia– recibió un regalo de Gema a través de los familiares que le acompañaron durante los preparativos: ¡una Gladius! La típica espada de la Antigua Roma utilizada en las legiones. No podía creerlo y se emocionó.

Un "sí, quiero" que marcó la diferencia

La boda de Gema y Carlos se celebró un 30 de julio en la Finca Puentes Mediana, en compañía de familiares y amigos. Es incuestionable que el gran día de la pareja protagonista estuvo lleno de momentos especiales, emociones y diversión. Carlos decidió esperar a su prometida junto a todos los invitados y Gema apareció en una Wolkswagen T2 de color naranja mientas sonaba Is this Love, de Bob Marley. Tras encontrarse como flamantes novios, entraron juntos a la ceremonia guiados por su perro Primo.

La ceremonia civil que los convirtió en marido y mujer fue una muestra evidente de que pretendían que su unión fuera inolvidable. Destacó especialmente que ¡ellos mismos fueron los oficiantes! Pero tampoco pasó desapercibida la decoración rústica, a la vez que sencilla, del espacio –vistieron con telas el arco del altar y los fardos de paja donde se acomodaron todos los presentes, apostaron por una decoración colgante con botellas de cristal con girasoles, colocaron tarros de vidrio con flores silvestres en los extremos del pasillo central...–, ni la reinventada ceremonia de la arena con cerveza o la idea de añadir un espacio con obsequios como paipais o pomperos de jabón e, incluso, pistolas de burbujas para su salida como recién casados al son del clásico Always look on the bright side of life, de los Monty Python. Y, por descontado, las sonrisas y lágrimas de emoción que provocaron los discursos de sus testigos y los votos personalizados que se leyeron antes de intercambiar las alianzas de oro rosa con diamantes.

Si bien la ceremonia tuvo un papel relevante, el convite y el baile no se quedaron atrás. Tras un cóctel generoso con mucha cerveza llamado "Wedding Bierfest", los invitados dejaron escritos sus mejores deseos en piedras que hacían las veces de libro de firmas y se dirigieron al convite cuando cayó la noche. Un seating plan temático que hacía un guiño a la relación de Carlos y Gema –conformado por ciudades de Inglaterra, país en el que vivieron juntos tiempo atrás– indicó a familiares y amigos dónde debían sentarse antes de disfrutar de un banquete exquisito con un postre muy especial. Hicieron traer el emblemático arroz con leche de Casa Gerardo, prestigioso restaurante asturiano con una estrella Michelin. ¡La receta favorita de Carlos! Además, lo acompañaron con unas galletas con el sello del matrimonio que preparó La Tentación del Sabor.

Y para finalizar la sucesión de momentos increíbles, tras varias sorpresas y la reproducción de un montaje de vídeo, Gema se puso sus zapatillas y abrió junto a su marido la pista de baile con una coreografía propia que combinó tres temasThriller, de Michael Jackson, Party Rock Anthem, de LMFAO, y Me gusta mi novio, de María Figueroa–, dejando boquiabiertos a todos lo que atendían a cada paso entre risas.

Los complementos fueron clave en sus outfits

Gema eligió un vestido de St. Patrick de corte sirena con encaje y escote con efecto tattoo lace. El broche de oro del look lo pusieron unas cuñas rematadas con flores –que hizo ella misma– a juego con un tocado con flores al más puro estilo Frida Kahlo y su apuesta beauty: confió en el gusto de una buena amiga para que la maquillara y resaltara sus facciones y dejó el trabajo de peluquería en manos de los profesionales de Coco Canela. ¡Romántica y desenfadada como es ella!

Carlos se enfundó un traje de novio negro de PuroEGO y se desmarcó con unos zapatos con cordones morados que combinó con una pajarita del mismo tono, calcetines personalizados, unos divertidos gemelos y el reloj de su padre como homenaje, pues falleció meses antes de la enlace.

El claro reflejo del día B

Primo grabó su propio punto de vista y los invitados se tomaron divertidos selfies en el photocall. Pero el testigo y responsable indiscutiscutible del álbum de boda de Gema y Carlos fue Alvaro Sancha Fotógrafo, a quien eligieron para que retratara la magia de su gran día. El fotógrafo asegura: "esta sí que fue una boda molona". A los novios les encantó ver el resultado en instantáneas. ¡Seguro que a vosotros también! No os las perdáis.

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