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Bodas

La boda de Borja y Macu: un amor nacido de una bonita e inolvidable coincidencia

En la Semana Santa de Málaga, Borja y Macu coincidieron de la forma más inesperada. Desde ese día, y a fuego lento, su relación se forjaría fuerte y sincera y, diez años después..., llegaría un inolvidable "sí, quiero" que les uniría para siempre.

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La Semana Santa malagueña propició una bonita casualidad en la vida de Borja y Macu que jamás olvidarían: sin esperarlo, estos jóvenes se conocerían y –de la forma más inesperada– surgiría entre ellos una chispa como señal de que algo especial estaba naciendo de esa coincidencia. Tanto es así que ese primer encuentro desembocaría –en la mente y el corazón de ambos– en un sinfín de pensamientos y de inevitables sensaciones: Borja y Macu no pudieron dejar de pensar en aquel gran día y en aquello que podría haber surgido entre ellos dos. Y de esta forma –lentamente, dando cada paso con total cuidado y delicadeza–, la pareja acabaría confirmando lo que sintieron en ese primer encuentro en Málaga. No era fruto de la casualidad: después de varias citas, Borja y Macu decidían iniciar una idílica relación de noviazgo de más de diez años. Pero eso no podía acabar ahí, pues encontrar a tu otra mitad merece mucho más... Durante una romántica cena con sushi y vino blanco, y de forma mutua, la pareja puso fecha al inicio de una nueva vida juntos: su enlace. 

En el mismo lugar que sus padres

El 22 de junio de 2016 fue el día elegido para la gran cita. Del mismo modo, la Real Capilla de la Universidad de Salamanca se convirtió en el escenario escogido por la pareja para darse el "sí, quiero" en un misa inolvidable. El gran valor sentimental que para Macu tenía ese precioso espacio –pues sus padres contrajeron matrimonio allí años atrás– crearía en los novios una ilusión tan especial que tenía que ser esa capilla el espacio que acogiera la formalización de su amor. El cóctel, la cena y el baile lo vivieron intensamente en un precioso monasterio del siglo XIV situado en la localidad de Valverdón, en Salamanca: la Hacienda Zorita Wine Hotel & Spa. De forma predilecta, Borja y Macu no concedieron celebrar su gran día en otro lugar que no fuera ese, pues reunía por completo todos los requisitos que ambos deseaban para el gran acontecimiento. 

Detalles llenos de encanto

La decoración de la boda se caracterizó por un inconfundible estilo clásico en aras de sencillez. Las referencias al lugar de celebración fue uno de los propósitos que los jóvenes se propusieron a la hora de escoger su decoración, pues su mayor sueño no era otro que reflejar la esencia de Salamanca en cada rincón del enlace. Por otro lado, se hizo inevitable para la pareja no sucumbir ante la influencia rústica del espacio de celebración –situado en pleno campo salmantino–. De este modo, cestos con flores, velas, madera y faroles tuvieron gran presencia en cada rincón de la decoración del banquete. La bodega de la Hacienda también cobró gran protagonismo y logró fundirse con la decoración mediante botellas de vino decoradas con flores y formando parte del seating plan. El grupo de wedding planners de La Colombine fue el responsable de que toda la decoración brillara acorde con los gustos de los novios y las necesidades del espacio. De este modo, su trabajo dio como resultado un perfecto acabado nupcial, del que destacó el efecto de las cortinas de tela que colgaban de los árboles, las telas con luces que abrieron la entrada al baile y la zona chill out elaborada con alpacas.

Look clásico para la pareja

Acorde con su estilo, los novios lucieron impecables con dos looks distintos, pero ambos caracterizados por una elegancia sin igual. Ella apostó por un precioso vestido de Pronovias –Varel, de la colección Atelier 2016–, de encaje chantilly e imponente corte sirena. Un velo amantillado –también de Pronovias–, unos zapatos Peep Toe de Pura López, la belleza de la peonía blanca, la hortensia y la rosa véndela del ramo nupcial y un precioso recogido –obra de Lourdes Grego– pusieron el broche de oro al vestuario de una novia absolutamente perfecta. Por su parte, Borja apostó por un chaqué azul marino realizado a medida por Absolute Bespoke y una corbata azul de Lester que contaba con un romántico detalle: el nombre de los novios bordado a mano.

De ese gran día pudo hacerse eco el equipo fotográfico de FotoInstantes, que realizó un precioso reportaje sin perder detalle de una decoración excepcional y de un ambiente único que se creó gracias a la animada participación de novios e invitados. Sin duda, una cita de amor inolvidable para todos aquellos que pudieron estar presentes... No os perdáis vosotros tampoco el que fue el día más importante en la vida de Borja y Macu. 

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