La boda de Alexandra y Ángel: un mágico "sí, quiero" a pie de playa
Durante el cumpleaños de la hermana de Alexandra, Ángel era un invitado más. De esa mera coincidencia, en la que ambos jóvenes se conocieron, surgió una complicidad inexplicable entre ellos... El nacimiento de una historia de amor única.
Alexandra nunca imaginó que conocería al amor de su vida en su propio hogar familiar, pero lo cierto es que así fue... Con motivo de la celebración del cumpleaños de su hermana, Alexandra acudió a casa de sus padres, donde se iba a celebrar la fiesta. Entre los invitados estaba Ángel, aquel chico especial que, prácticamente sin buscarlo, acabaría convirtiéndose en su mejor compañero de vida. Después de dos años de una relación de ensueño, un 24 de octubre de 2014 Ángel daría el gran paso; en un inolvidable viaje a Roma, el joven pidió matrimonio a Alexandra delante de la Fontana di Trevi y de un sinfín de espectadores, quienes no dudaron en fotografiar el romántico momento.
Gaiteros en la playa
Cumpliendo sus sueños. Así empezó la boda de Alexandra y Ángel, quienes no dudaron en hacer de una íntima playa de Vilaboa (Vigo, Pontevedra) el mágico escenario de su "sí, quiero". A pesar de las fuertes rachas de viento y de un pronóstico de lluvia del 80%, la pareja quería que ese rincón gallego fuera el lugar de su enlace, por lo que cualquier adversidad se volvió efímera ante la ilusión de ambos enamorados. Después de la mágica ceremonia –que finalizó con una sorpresa preparada por los padres de la novia, quienes trajeron un grupo de gaiteros en medio de la playa–, Alexandra y Ángel se desplazaron con sus invitados al Rectoral de Cobres 1729, donde vivieron los momentos más inolvidables del enlace: el banquete nupcial y la posterior fiesta de boda. En ese lugar lleno de encanto y rodeado de un entorno precioso, Alexandra y Ángel apostaron por un estilo romántico que armonizaba a la perfección con los toques rústicos que ofrecía el propio lugar.
Detalles hechos a mano
En el enlace de esta pareja de enamorados destacaron detalles significativos y completamente personalizados. Entre ellos, los pequeños regalos de boda que los novios hicieron a mano para los invitados y el árbol de huellas en el que sus seres más queridos pudieron dejar su recuerdo, así como un recopilatorio de fotografías –de la propia pareja con amigos y familiares– colgadas de una cuerda y cubriendo parte de la decoración del salón.
En cuanto al vestuario, ambos novios lucieron perfectos. Ángel apostó por un traje, unos zapatos y una corbata en tonos oscuros, siguiendo el clásico look nupcial. Mientras que Alexandra brilló con luz propia con un vestido palabra de honor de Rosa Clará y unos zapatos joya de color rosa nude, a juego con su precioso ramo de calas. En cuanto al pelo, la novia dejó su melena al viento, aunque no faltó un pequeño tocado que recogía parte del cabello.
El equipo de profesionales de Punto Espacio Fotografía tuvo el placer de presenciar uno de los días más bonitos y emocionantes en las vidas de Alexandra y Ángel, y su trabajo fotográfico así lo demuestra. Imágenes convertidas en el perfecto reflejo de la felicidad y el amor de esta pareja única. No perdáis detalle...
