La boda de Alberto y Cristina: un "sí, quiero" repleto de detalles rústico chic
Tras 5 años de relación, Alberto pedía matrimonio a Cristina regalándole un anillo en el que se podía leer la palabra "oui". Cartagena fue testigo de un enlace maravilloso, donde destacó la sencillez y el amor incondicional de estos dos enamorados.
El amor entre Alberto y Cristina nació 6 años antes de darse el "sí, quiero", gracias a la celebración de una fiesta en la que ambos asistieron con amigos en común. Después de 5 años mágicos, en los que los dos jóvenes pudieron conocer el verdadero amor, ¡por fin llegó el día! La pareja daba el gran paso en busca de sellar su amor para la eternidad. ¡Alberto y Cristina anunciaban su boda!
Una pedida muy especial
Fue Alberto quien decidió que, después de 5 años compartiendo sus días con Cristina –el gran amor de su vida–, era el momento de dar un paso adelante en su relación... Y lo quiso hacer de una forma muy especial. Así, el joven regaló a su chica un precioso anillo de pedida. ¡Pero eso no fue todo! Dentro del mismo se podía leer la palabra: oui. Un "sí" que, por supuesto, Cristina entendió en seguida. Detrás del oui, llegó el "sí" que Alberto deseaba escuchar: ¡el de su chica!
La magia del rústico chic
La pareja escogió Cartagena (Murcia) para celebrar su amor. Así, la Finca Los Sauces –un espectacular escenario de ambiente armónico y grandes jardines–, se convirtió en el escenario que acogió la magia y la romántica esencia de un día único.
Alberto y Cristina decidieron celebrar su boda en dos enclaves de la magnífica finca. De esta forma, realizaron su ceremonia civil en uno de los jardines del lugar, mientras que apostaron por el salón acristalado de la villa para la celebración del banquete nupcial y la posterior fiesta postboda.
Como decoración, ambos enamorados quisieron reflejar sencillez y romanticismo en cada rincón del espacio. Para ello, los novios contaron con la ayuda de Yemay y apostaron por un estilo rústico chic único, del que destacaron un sinfín de detalles elaborados con madera natural, madera bañada en blanco, vidrio, mimbre y encajes. Del mismo modo, destacaron otros detalles como velas, jaulas de acero blanco y, ¡por supuesto!, una gran variedad de flores en tonos nude y blanco. Todo ello, a juego con la estética de la propia finca; natural, desenfadada y cuidadosa en cada pequeño detalle.
Con la caída del sol, Alberto y Cristina se dieron el "sí, quiero" en una ceremonia absolutamente emotiva e inolvidable. Detalles como que su perrita Bimba les llevara los anillos hasta el altar, así como el hecho que los hermanos de la novia les dedicaran una canción durante la ceremonia, vistieron el escenario de una esencia única.
Looks personalizados
Los novios quisieron personalizar los looks de su boda al completo, ¡comenzando por los de sus más allegados! Así, la novia obsequió a sus mejores amigas con unas bonitas pulseras. Por su parte, el novio regaló a sus amigos pajaritas y calcetines de La guerra de las galaxias. ¡Todos lucieron radiantes!
Cristina se decantó por un look sencillo y elegante: un vestido con preciosos bordados que dejaban entrever su espalda, unas cuñas de esparto con lazada de raso y una corona de flores de organza y tul... Todo ello complementado con detalles de oro con flores de porcelana blanca y un precioso bouquet de estilo campestre con ranúnculos, flores de cera, lavanda y manzanilla –ramo que elaboró Yemay y que iba a juego con el de las damas de honor–.
El novio, Alberto, lució un look original y diferente: escogió un traje con chaqueta de cuadros vichy, con botones de colores, pajarita roja y pantalón azul marino. Sus testigos, al igual que las damas de honor de la novia, iban todos a juego. Su prendido contenía una selección de flores incluidas, también, en el ramo de su chica.
Un "sí, quiero" único
Una boda preciosa, un "sí, quiero" lleno de luz, color, romanticismo y felicidad... Un auténtico placer para el equipo fotográfico de Qui and Co - Fotografía Creativa, que pudo realizar un trabajo exquisito siendo testigo de la boda de Alberto y Cristina. El recuerdo de un día inolvidable: el "sí, quiero" de esta fantástica pareja, del que no debéis perder detalle.