La boda de Alba y Fernando: la belleza más romántica de un invernadero
Un precioso jardín botánico presenció el maravilloso enlace de Alba y Fer, quiénes quisieron celebrar su boda en un enclave único. La naturaleza, una exquisita decoración y una iluminación única cubrieron un "sí, quiero" mágico.
Después de años de relación, Alba y Fernando decidieron unir su amor en un enlace maravilloso. El Jardín Botánico de la Fundación Sales en Vigo, Pontevedra, fue el escenario escogido por la joven pareja para el gran día. Concretamente, sería uno de los invernaderos en desuso del jardín el lugar que acogería al enlace; sin duda, un espacio poco habitual para llevar a cabo celebraciones de este estilo. Y de este modo, saltándose cualquier norma establecida, Alba y Fernando convirtieron un día de agosto en su peculiar, romántica e inolvidable cita de amor.
El equipo de Huis Clos Interiorismo y la profesionalidad de la novia, interiorista de profesión, lograron transformar por completo un invernadero –en apariencia abandonado– dentro de un paraje natural único, en un escenario de exquisita decoración, donde elegancia y romanticismo brillaron por igual. El dulce nude de las rosas David Austin y las peonías, la naturalidad del verde y del marrón, y la pureza del blanco se convirtieron en los tonos por excelencia del gran día, dentro de un estilo romántico y shabby chic inconfundible. Así mismo, la iluminación del enlace –compuesta por farolillos de papel, velas y cientos de bombillas de filamento– cubrió el salón de una elegancia absoluta, que logró eclipsar a todos y a cada uno de los invitados. Por otro lado, las pequeñas pinceladas de aires asiáticos –tan característicos del Jardín Botánico– y las sillas Tiffany del banquete, así como las preciosas mesas alargadas envueltas en un impecable lino a medida y un atrezo único –pensado y cedido por una ilusionada Alba–, dieron como resultado una gran celebración, mágica en todos los sentidos.
En la excepcionalidad de ese espacio sucedió el día más importante de la vida de Alba y Fernando, quiénes fueron arropados por sus más queridos y un séquito de preciosas damas de honor que, sin duda, recordaron a las películas de amor más soñadas de Hollywood. De tantos momentos vividos durante la celebración, un grupo de jazz en directo se convirtió en la banda sonora de la pareja y en la perfecta melodía de fondo de un "sí, quiero" inolvidable. Por su parte, el equipo de Leafhopper Weddings no quiso perderse detalle de la exclusividad de esta boda, con unas fotografías llenas de luz y color que plasmaron la realidad más bella del enlace.
Radiantes debían lucir los novios para estar a la altura de esta ceremonia única y, sin duda, así sucedió: Alba sorprendió con un espectacular vestido de lentejuelas en color plata de Pronovias, un velo corto y vaporoso, unos zapatos de Uterqüe y un maravilloso bouquet de Verdeagua Floristería. Por otro lado, Fernando se decantó por un impecable traje en azul marino. Un look clásico y maravilloso a su vez.
Sin duda, esta pareja de enamorados logró cumplir con la fantasía de todos aquellos quiénes desean una boda de una belleza indescriptible. Un momento único que, gracias al lugar, a la acertada decoración y a la pureza del amor entre Alba y Fernando, cumplió unas expectativas inimaginables. No os perdáis este sueño hecho realidad...