¿Ir o no ir a la boda de un ex?
A veces no es tan sencillo tomar la decisión de acudir o no a la boda de un ex. En muchos casos no se suele ir, pero como todo en la vida, la respuesta está en el sentido común y en la decisión de cada uno. Y si no se está cómodo, ¡mejor olvidarse!
Tu ex o el de tu pareja se casa y estáis dudando entre ignorar la invitación de boda o comprarte el vestido de fiesta para asistir. También puede darse el caso de que tengáis una estupenda relación. Más allá de la curiosidad por cómo le sentará el traje de novio, lo más importante es ser sinceros con vosotros mismos y plantearos si vuestra presencia podría resultar incómoda.
En realidad, esta situación puede ser más o menos dolorosa dependiendo de la relación que se tenga con un ex. Si os han invitado a su boda, es lógico pensar que para él/ella sigues siendo una amiga/o. Pero, ¿cuándo se puede o no ir a la boda de un ex? Tomad nota.
Si no se siente indiferencia...
Si la sola idea de ver a vuestro ex frente al altar junto a otra mujer con un vestido de novia de corte princesa o ver a tu antiguo novio con su traje de Hugo Boss resulta algo incómodo, pensad que es algo natural. Todas las pérdidas, incluso las más insignificantes, requieren un proceso de duelo para superar el dolor que producen. Y esto es completamente normal. No hay que sentirse culpable si aún lloras al pensar en él o ella o sientes algún tipo de rencor. Pero, en este caso, lo más aconsejable es no ir a la boda.
Amigos para siempre
Muchas parejas siguen siendo amigas después de dejar su relación, y esto es perfectamente compatible con encontrar de nuevo el amor. Incluso es posible que compartáis el mismo grupo de amigos y coincidáis a menudo en fiestas o salidas. Si este es vuestro caso, y no tenéis ningún problema para aceptar que cada uno ha seguido su camino con otra persona, lo que sí es importante plantearse es cómo puede afectar a la pareja de tu ex tu presencia en su boda.
Si todavía surgen dudas
Si existen dudas sobre cómo puede sentarle a la pareja de tu ex que vayas a su boda y tienes la suficiente confianza con ella, pregúntale si le parece bien. Pídele que sea sincera y te dé una respuesta sin miedo, ya que tú comprenderás su postura. Si ella va a sentirse incómoda, o prefiere no dar lugar a chismorreos entre su familia por el hecho de que tú estés allí, respeta su opinión y felicítala por el paso que va a dar en su vida. Y no olvides hacerles un regalo de boda.
En el caso de que finalmente decidas tú o tu pareja ir a la boda, intentad manteneros en un discreto segundo plano y sed amables y respetuosos tanto con los novios como con el resto de invitados. Recuerda que solo queda una amistad, y disfrutad de la boda tanto como se pueda. También podéis aprovechar para inspiraros en las diversas ideas para decoracion de bodas o tomar nota de esas canciones romanticas para la boda que han sonado en la ceremonia.
Sea cual sea tu decisión, es muy importante que te sientas bien contigo misma. Si la boda te va a hacer pasarlo mal, rechaza amablemente la invitación. Si este no es tu caso y estás segura de que no va a haber nadie que se sienta incómodo por tu presencia, empieza a pensar ya en qué ideas originales de boda y qué maravillosos detalles de boda van obsequiar los novios a los invitados en su gran día.