¿Invitamos a los compañeros de trabajo a la boda?
Una de las dudas más frecuentes de las parejas a la hora de hacer la lista de invitados a su boda es si deben incluir a sus jefes y compañeros de trabajo. ¿Es vuestro caso? En este artículo os detallamos todas las posibilidades.
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En la organización de la boda hay que tomar muchas decisiones. Unas son más fáciles, como elegir las mejores ideas originales para bodas, y otras os pueden resultar algo más complicadas, como preparar la lista de invitados al enlace. ¿Es vuestro caso? ¿Tenéis dudas sobre a cuántos compañeros de trabajo debéis invitar o si es necesario hacerlo?
Si tenéis buenas relaciones tanto con vuestros respectivos compañeros de trabajo como con vuestros superiores os puede apetecer invitarles a la boda, aunque es importante que no os sintáis obligados a hacerlo. ¿Estáis indecisos/as? ¿No sabéis qué opción es más correcta o adecuada? A continuación os mostramos las diferentes posibilidades existentes. Pero recordad: es básico que seáis sinceros con vosotros mismos y valoréis si realmente os apetece compartir con todos ellos un día tan importante en vuestras vidas.
Además, como ya os adelantamos al hablar de las tendencias de bodas 2024, las bodas actuales son 100% personalizadas y libres de protocolos. Son las parejas las que deciden cómo quieren que sea todo en su gran día. Algo que os puede facilitar mucho la decisión de qué hacer con vuestros compañeros de trabajo. ¡Y es que invitar por compromiso ya no se lleva!
Invitáis a los compañeros de trabajo
1. Tanto si trabajáis en una empresa familiar, en la que reinan las buenas relaciones y todos los compañeros son personas importantes en vuestra vida, como si lo hacéis en una multinacional con numerosos trabajadores en la que solo tenéis un pequeño pero selecto grupo de personas afines, es lógico que os apetezca invitarles a un día tan especial. En este caso, ¡fuera dudas! Pensad bien quién no puede faltar en vuestra boda y enviadles las invitaciones de boda por mail o correo ordinario, o bien entregádselas en mano.
2. No os preocupéis: podéis seleccionar a las personas de la empresa que queráis que asistan a vuestra boda. Estáis en vuestro derecho y el resto de compañeros deberá respetar vuestra decisión. Eso sí, intentad tener un poco de tacto para que los que no están invitados no se molesten. ¿Cómo? Evitando hablar de ideas divertidas para bodas delante de ellos, por ejemplo.
El presupuesto es clave
3. Aunque os pueda preocupar invitar a unos compañeros sí y a otros no, seguro que todo el mundo comprenderá la situación porque conocen el coste económico que implica cada invitado que se suma en una boda. Además, puede que algunas personas quieran seguir manteniendo una relación estrictamente profesional o no puedan realizar ese esfuerzo económico y, en el fondo, prefieran que no las invitéis.
No invitáis a los compañeros de trabajo
4. A pesar de que seguramente todo el mundo en el trabajo sabrá que os casáis, otra opción es no invitar a nadie, ni a trabajadores ni a jefes. Quizá porque lleváis poco tiempo trabajando en la empresa, quizá porque consideráis que la relación con los superiores y compañeros no es lo bastante cercana o quizá porque pensáis que es mejor no mezclar la vida profesional y la personal. Sea cual sea el motivo, es vuestra elección.
Soluciones intermedias
5. También existen soluciones intermedias, pues no estáis obligados/as a invitar a vuestros compañeros y jefes a la boda entera. ¿Qué os parece la opción de invitarlos únicamente a la fiesta final? Podrán beber, bailar y disfrutar de los dulces sabores de las ideas para candy bar. Se lo pasarán genial –sobre todo si os habéis decantado por ideas para photocall– y les haréis partícipes del gran día, pero compartiréis la ceremonia y el banquete solo con vuestros familiares y amigos más cercanos.
6. Aunque no estén invitados, quizá a vuestros compañeros y jefes les apetezca haceros igualmente un regalo. En ese caso es normal que, para corresponder, queráis entregarles los mismos detalles de boda con los que agradeceréis su presencia al enlace a vuestros invitados.
7. Asimismo, podéis organizar un aperitivo en la oficina para celebrar con ellos el gran acontecimiento –tanto antes como después de la boda– o, si os va bien, invitarles a comer en un restaurante.
8. Otra alternativa igualmente válida y más económica consiste en llevar al trabajo varias bandejas de pica-pica, dos o tres cajas de bombones o cualquier detalle similar. Seguro que son muy bien recibidos, ya que a todo el mundo le gustan y se agradecen.
¿Ya os habéis decidido? ¿Tenéis claro si queréis invitar a los compañeros de trabajo a vuestra boda? No olvidéis que las bodas son cada vez más íntimas y que hoy en día se invita a las personas que son realmente importantes, al círculo más cercano, a los imprescindibles. ¡Ánimo con vuestra decisión!